Evangelio de Hoy Martes 30 de Abril.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Martes 30 de Abril y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Martes de la Quinta Semana de Pascua – Lectio Divina 286
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy
Libro de los Hechos de los Apóstoles 14, 19-28.
En aquellos días, llegaron a Listra, procedentes de Antioquía y de Iconio, unos judíos, que se ganaron a la multitud y apedrearon a Pablo; lo dieron por muerto y lo arrastraron fuera de la ciudad. Cuando lo rodearon los discípulos, Pablo se levantó y regresó a la ciudad. Pero al día siguiente, salió con Bernabé hacia Derbe.
Después de predicar el Evangelio y de hacer muchos discípulos en aquella ciudad, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí animaban a los discípulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad designaban presbíteros, y con oraciones y ayunos los encomendaban al Señor, en quien habían creído.
Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron a Atalía. De allí se embarcaron para Antioquía, de donde habían salido, con la gracia de Dios, para la misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho Dios por medio de ellos y cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe. Ahí se quedaron bastante tiempo con los discípulos.
Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 144, 10-11. 12-13ab. 21.
Que te alaben, Señor, todas tus obras
y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino
y den a conocer tus maravillas.
Bendigamos al Señor eternamente. Aleluya.
Que muestren a los hombres tus proezas,
El esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre
y tu imperio, para todas las generaciones..
Bendigamos al Señor eternamente. Aleluya.
Que mis labios alaben al Señor,
que todos los seres lo bendigan
ahora y para siempre.
Bendigamos al Señor eternamente. Aleluya.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Cristo tenía que morir y resucitar de entre los muertos,
para entrar así en su gloria.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Martes 30 de Abril de 2024
Evangelio según San Juan 14, 27-31.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: ‘Me voy, pero volveré a su lado’. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean.
Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo sepa que amo al Padre y que cumplo exactamente lo que el Padre me ha mandado».
Homilía del Evangelio de hoy Martes 30 de Abril.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en las últimas palabras que Jesús pronuncia antes de su Pasión, Él nos hace una promesa maravillosa y un encargo urgente.
La promesa es la de dejar entre nosotros su propia paz: «Les dejo la paz, les doy mi paz». Esta no es una paz simplemente terrenal y pasajera, sino la paz divina, la tranquilidad profunda del alma que nace de la unión con Dios. Una paz que el mundo no puede dar, porque tiene su origen en el corazón mismo del Padre.
Jesús nos asegura que esta paz perdurará en nosotros aun en medio de las tribulaciones y pruebas que puedan venir. Porque Él se ha anticipado a vencer al «príncipe de este mundo», es decir, al demonio y todas las fuerzas del mal. Por eso, no debemos temer, pues nada podrá arrebatarnos esa paz interior.
Pero junto a esta promesa, el Señor también nos encomienda una misión apremiante: «Ámense los unos a los otros como yo los he amado». Este mandato de amor fraterno es el sello distintivo de sus verdaderos discípulos y la prueba fehaciente de su fe.
Amar como Jesús nos amó, es decir, con un amor gratuito, generoso, paciente y que está dispuesto a entregarlo todo, incluso la propia vida. Sólo así seremos capaces de vivir en esa paz que Él nos otorga y de testimoniarla de forma creíble ante el mundo.
Hermanos, acojamos con gratitud este legado precioso que nos deja Jesús antes de su Pasión. Mantengámonos firmes en la paz que Él nos dona, arraigada en la certeza de su victoria sobre el mal. Y traduzcamos ese don en un amor fraterno sincero, servicial y misericordioso, para que el mundo crea en Él.
Evangelio de Hoy – Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio de Hoy en video.
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