Evangelio de Hoy Jueves 20 de Junio.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Jueves 20 de Junio y la homilía diaria.

Al final del artículo encontraran la homilía del Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación o comentario del evangelio y las homilías diarias.

Jueves de la XI semana del Tiempo ordinario – Lectio Divina 368

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura de Hoy

Libro de Eclesiástico 48, 1-14.

En aquel tiempo, surgió Elías, un profeta de fuego;
su palabra quemaba como una llama.
Él hizo caer sobre los israelitas el hambre
y con celo los diezmó.
En el nombre del Señor cerró las compuertas del cielo
e hizo que descendiera tres veces fuego de lo alto.

¡Qué glorioso eres, Elías, por tus prodigios!
¿Quién puede jactarse de ser igual a ti?
Tú resucitaste del sepulcro a un muerto,
lo arrancaste de la muerte por la palabra del Altísimo.
Tú llevaste la ruina a los reyes
y la muerte a los príncipes en su lecho.
Tú escuchaste las amenazas de Dios en el Sinaí
y sus palabras de castigo en el Horeb.
Tú ungiste a reyes vengadores
y nombraste como sucesor tuyo a un profeta.

En un torbellino de llamas fuiste arrebatado al cielo,
sobre un carro tirado por caballos de fuego.
Escrito está de ti que volverás,
cargado de amenazas, en el tiempo señalado,
para aplacar la cólera antes de que estalle,
para hacer que el corazón de los padres se vuelva hacia los hijos
y congregar a las tribus de Israel.

Dichosos los que te vieron
y murieron gozando de tu amistad;
pero más dichosos los que estén vivos, cuando vuelvas.

Cuando Elías fue arrebatado por el torbellino,
Eliseo quedó lleno de su espíritu.
Ningún príncipe lo intimidó,
nadie lo pudo dominar.
Ninguna cosa le era imposible
y aun estando en el sepulcro, resucitó a un muerto.
En vida hizo prodigios
y después de muerto, obras admirables.


Salmo Responsorial de HoySalmo 96, 1-2. 3-4. 5-6. 7.

Reina el Señor, alégrese la tierra;
cante de regocijo el mundo entero.
El trono del Señor se asienta
En la justicia y el derecho.
Que se alegren los justos con el Señor.

Un fuego que devora a sus contrarios
a nuestro Dios precede;
deslumbran sus relámpagos el orbe
 y, viéndolos, la tierra se estremece.
Que se alegren los justos con el Señor.

Los montes se derriten como cera
ante el Señor de toda la tierra.
Los cielos pregonan su justicia,
su inmensa gloria ven todos los pueblos.
Que se alegren los justos con el Señor.

Los que adoran estatuas
que se llenen de pena y se sonrojen
lo mismo el que se jacta de sus ídolos.
Que caigan ante Dios todos los dioses.
Que se alegren los justos con el Señor.


Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Hemos recibido un espíritu de hijos,
que nos hace exclamar: ¡Padre!
Aleluya.


Evangelio de Hoy Jueves 20 de Junio de 2024

Evangelio según San Mateo 6, 7-15.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando ustedes hagan oración, no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes pues, oren así:

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu Reino,
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.

Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas”.


Homilía del Evangelio de hoy Jueves 20 de Junio.

En la parte central del Sermón de la Montaña, Jesús nos entrega una enseñanza invaluable sobre la oración, el diálogo filial con el Padre celestial. Comienza advirtiendo: «Cuando oren, no hablen demasiado, como hacen los paganos, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados». La auténtica oración no consiste en un cúmulo de palabras vacías, sino en la apertura sencilla y confiada del corazón a Dios.

A continuación, el Maestro nos regala el Padre Nuestro, la oración por excelencia enseñada por Él mismo. En pocas pero densísimas palabras, nos muestra cómo dirigirnos al Padre con la familiaridad de hijos y la reverencia de criaturas. «Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre», comenzamos diciendo, para reconocer su infinita grandeza y desear que su santo Nombre sea glorificado.

Luego, expresamos los anhelos fundamentales: «Venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». Pedimos que el Reinado de Dios se extienda plenamente y que su designio amoroso se cumpla con perfecta docilidad. También imploramos por el pan material y espiritual que necesitamos cada día.

Pero Jesús nos enseña a orar también por el perdón: «Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden». Reconocemos nuestra condición de pecadores necesitados de la misericordia divina, pero también asumimos el compromiso de perdonar a nuestro prójimo.

Finalmente, suplicamos la fortaleza en la prueba: «No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal». Es una petición de protección ante los embates del Maligno y las seducciones del pecado.


Evangelio de Hoy – Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio de Hoy en video.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.