Evangelio de Hoy Miércoles 19 de Junio.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Miércoles 19 de Junio y la homilía diaria.

Al final del artículo encontraran el comentario del Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.

Miércoles de la XI semana del Tiempo ordinario
Lectio Divina: 367

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura de Hoy

Segundo Libro de los Reyes 2, 1. 6-14.

Esto fue lo que sucedió cuando el Señor iba a arrebatar a Elías en un remolino hacia el cielo. Ese día Elías y Eliseo habían salido de Guilgal. Al llegar a Jericó, Elías le dijo a Eliseo: “Quédate aquí, porque el Señor me envía al Jordán”. Respondió Eliseo: “Por Dios y por tu vida que no te dejaré ir solo”. Y se fueron los dos juntos.

Los acompañaban cincuenta hombres de la comunidad de los profetas, los cuales, al llegar Elías y Eliseo a la orilla del Jordán, se detuvieron a cierta distancia de ellos. Elías tomó su manto, lo enrolló y con él golpeó las aguas; éstas se separaron a un lado y a otro, y ambos pasaron el río sin mojarse.

Después de cruzar, Elías le dijo a Eliseo: “Pídeme lo que quieras que haga por ti, antes de que sea arrebatado de tu lado”. Respondió Eliseo: “Que sea el heredero principal de tu espíritu”. Le dijo Elías: “Es difícil lo que pides; pero si alcanzas a verme, cuando sea arrebatado de tu lado, lo obtendrás; si no, no lo obtendrás”.

Siguieron caminando y conversando, cuando un carro de fuego, con caballos de fuego, se interpuso entre ellos, y Elías subió al cielo en un remolino. Eliseo lo veía alejarse y le gritaba: “¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel!”

Y ya no lo volvió a ver. Entonces se rasgó las vestiduras, recogió el manto que se le había caído a Elías, regresó y se detuvo en la orilla del Jordán. Tomó el manto de Elías y golpeó con él las aguas, y no se separaron. Entonces dijo: “¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?” Volvió a golpear las aguas y entonces se separaron a un lado y a otro, y pasó Eliseo.


Salmo Responsorial de Hoy Salmo 30, 20. 21.22. 23. 24.

¡Qué grande es la bondad que has reservado,
Señor, para tus fieles!
Con quien se acoge a ti,
Señor, ¡que bueno eres!
Amemos al Señor todos sus fieles.

Tu presencia lo ampara
de todas las intrigas de los hombres,
y lo pone a resguardo
de las burlas y las murmuraciones.
Amemos al Señor todos sus fieles.

Que amen al Señor todos sus fieles,
Pues protege a los leales
y a los soberbios da lo que merecen.
Amemos al Señor todos sus fieles.


Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará
y haremos en él nuestra morada, dice el Señor.
Aleluya.


Evangelio de Hoy Miércoles 19 de Junio de 2024

Evangelio según San Mateo 6, 1-6. 16-18.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.

Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.

Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.

Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará’’.


Homilía del Evangelio de hoy Miércoles 19 de Junio.

En el Evangelio de Hoy, Jesús nos advierte sobre la hipocresía y la vanagloria en las principales obras de piedad: la limosna, la oración y el ayuno. El Maestro nos exhorta a practicarlas con rectitud de intención, buscando únicamente agradar a Dios y no la aprobación humana.

Respecto a la limosna, Jesús dice: «Cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna quede en secreto». La caridad auténtica es sencilla y discreta, no busca la ostentación ni la alabanza de los demás. Se realiza en la intimidad del corazón, teniendo sólo a Dios como testigo.

En cuanto a la oración, el Señor enseña: «Cuando ores, entra en tu pieza y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está en lo secreto». No deben ser espectáculos públicos para impresionar, sino un encuentro sincero e íntimo con el Padre celestial, lejos de las miradas ajenas.

Por último, sobre el ayuno, Jesús indica: «Cuando ayunen, no pongan mala cara, como los hipócritas…Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido más que de tu Padre, que está en lo secreto». El ayuno cristiano no es para aparentar santidad exterior, sino una expresión sincera de conversión interior, conocida sólo por el Padre misericordioso.

En todas estas advertencias, Cristo condena la hipocresía farisaica que buscaba la gloria humana. En cambio, nos insta a vivir la piedad con profunda autenticidad y rectitud de corazón, teniendo sólo un objetivo: agradar al Padre celestial que ve en lo secreto.

Hermanos, examinemos nuestras intenciones al practicar las obras de piedad y caridad. Desterremos todo asomo de vanagloria y orgullo espiritual. Que nuestra oración, ayuno y limosna sean un diálogo sincero con Dios, lejos de apariencias fingidas. Así recibiremos del Padre celestial la verdadera recompensa que anhela nuestro corazón: su amor misericordioso y la comunión plena con Él. Amén.


Evangelio de Hoy – Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

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Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.