Evangelio de Hoy Miércoles 21 de Mayo de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Miércoles 21 de Mayo y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Miércoles de la V semana de Pascua –Lectio Divina 287
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy Miércoles 21 de Mayo
Libro de los Hechos de los Apóstoles Hechos 15, 1-6.
En aquellos días, vinieron de Judea a Antioquía algunos discípulos y se pusieron a enseñar a los hermanos que si no se circuncidaban conforme a la ley de Moisés, no podrían salvarse.
Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; al fin se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más fueran a Jerusalén para tratar el asunto con los apóstoles y los presbíteros. La comunidad cristiana los proveyó para el viaje, y ellos atravesaron Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo se convertían los paganos, y los llenaban de gozo con esta noticia.
Al llegar a Jerusalén, fueron recibidos por la comunidad cristiana, los apóstoles y los presbíteros, y ellos refirieron todo cuanto Dios había hecho por su medio. Pero algunos de los fariseos convertidos intervinieron, diciendo: «Hay que circuncidar a los paganos y exigirles que cumplan la ley de Moisés».
Entonces se reunieron los apóstoles y los presbíteros para examinar el asunto.
Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 121, 1-2. 3-4a. 4b-5.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron:
«Vayamos a la casa del Señor»!
Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
Jubilosos, delante de tus puertas.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
A ti, Jerusalén, suben las tribus,
las tribus del Señor,
según lo que a Israel se le ha ordenado,
para alabar el nombre del Señor.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
Por el amor que tengo a mis hermanos,
voy a decir: «La paz esté contigo».
Y por la casa del Señor, mi Dios,
pediré para ti todos los bienes.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor;
el que permanece en mí da fruto abundante.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Miércoles 21 de Mayo de 2025.
Evangelio según San Juan 15, 1-8.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos».
Homilía de hoy Miércoles 21 de Mayo.
La vid verdadera y los frutos de la unión con Cristo.
El pasaje que hoy contemplamos nos ofrece una de las imágenes más hermosas con las que el Señor ha querido revelarnos el misterio de nuestra relación con Él: la vid y los sarmientos. Esta alegoría, tan arraigada en la tradición bíblica que veía en Israel la viña del Señor, adquiere en labios de Cristo una profundidad inusitada.
«Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador.» Con estas palabras, el Señor establece la estructura fundamental de la economía salvífica: el Padre como origen y cuidador, Cristo como fuente de vida, y nosotros como ramas llamadas a dar fruto. Esta imagen orgánica nos habla de interdependencia vital, de unión necesaria, de comunión de vida.
Permaneced en mí
El cuidado del Padre como viñador se manifiesta de dos maneras: poda los sarmientos que dan fruto para que den más, y corta los que no producen. Esta acción purificadora, aunque dolorosa, revela el amor divino que busca nuestra fecundidad espiritual. Las pruebas y renuncias que experimentamos en la vida cristiana no son castigos arbitrarios, sino intervenciones amorosas orientadas a nuestra plenitud.
El imperativo central del pasaje resuena con claridad: «Permaneced en mí.» Esta permanencia no es estática, sino dinámica; no es ocasional, sino constante. Se trata de mantener una comunión vital con Cristo, sabiendo que separados de Él «no podemos hacer nada». La autosuficiencia espiritual es una ilusión peligrosa que conduce a la esterilidad.
El fruto al que estamos llamados no se especifica en este pasaje, pero el contexto joánico nos permite identificarlo principalmente con el amor fraterno. La fecundidad auténtica del cristiano se manifiesta en obras de caridad que glorifican al Padre y confirman nuestro discipulado.
En un mundo que exalta la autonomía individual y la desconexión, el Evangelio nos recuerda nuestra fundamental dependencia de Cristo. Solo en Él encontramos la savia vital que nos permite crecer, florecer y fructificar para la gloria de Dios y el bien de nuestros hermanos.
Que esta Eucaristía fortalezca nuestra unión con el Señor, verdadera vid de la que recibimos vida y fecundidad.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
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