Evangelio de Hoy Sábado 31 de Mayo de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Sábado 31 de Mayo y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María – Lectio Divina 572
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy Sábado 31 de Mayo
Libro de Sofonίas 3, 14-18.
Canta, hija de Sión,
da gritos de júbilo, Israel,
gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén.
El Señor ha levantado su sentencia contra ti,
ha expulsado a todos tus enemigos.
El Señor será el rey de Israel en medio de ti
y ya no temerás ningún mal.
Aquel día dirán a Jerusalén:
“No temas, Sión,
que no desfallezcan tus manos.
El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador,
está en medio de ti.
Él se goza y se complace en ti;
él te ama y se llenará de júbilo por tu causa,
como en los días de fiesta”.
Aparté de ti la desgracia
y el oprobio que pesa sobre ti”.

Salmo Responsorial de Hoy – Isaías 12, 2-3. 4bcd. 5-6.
El Señor es mi Dios y salvador,
con él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza
y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo
de la fuente de la salvación.
El Señor ha hecho maravillas con nosotros.
Den gracias al Señor
invoquen su nombre,
cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime.
El Señor ha hecho maravillas con nosotros.
Alaben al Señor por sus proezas,
anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión,
porque el Dios de Israel
ha sido grande con nosotros.
El Señor ha hecho maravillas con nosotros.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, santísima Virgen María, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado
de parte del Señor.
Aleluya.

Evangelio de Hoy Sábado 31 de Mayo de 2025.
Evangelio según San Lucas 1, 39-56.
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.
Entonces dijo María:
“Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador,
porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.
Santo es su nombre
y su misericordia llega de generación en generación
a los que lo temen.
Homilía de hoy Sábado 31 de Mayo.
Homilía: El encuentro de la Visitación.
El pasaje evangélico que hoy contemplamos nos presenta uno de los episodios más hermosos y significativos de la infancia del Señor: la Visitación de María a Isabel. Este encuentro entre las dos mujeres escogidas por Dios para roles únicos en la historia de la salvación revela verdades profundas sobre la fe, la alegría cristiana y la dignidad de la vida humana.
María, recién recibido el anuncio del ángel, «se puso en camino y fue aprisa» hacia la montaña de Judá. Su pronta respuesta manifiesta la generosidad de quien ha acogido la palabra divina y se dispone inmediatamente al servicio. No la detienen las dificultades del camino ni las incomodidades del viaje; el amor la impulsa hacia el encuentro fraterno.
El saludo de María desencadena una serie de acontecimientos extraordinarios. Juan el Bautista salta de gozo en el seno materno, Isabel queda llena del Espíritu Santo y prorrumpe en bendiciones. Este pasaje nos enseña que la presencia de Cristo, aún oculta en el seno virginal, genera alegría y santificación. La vida divina que María lleva en su vientre irradia ya su poder transformador.
¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
Las palabras de Isabel son profundamente reveladoras: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!» Esta bendición reconoce tanto la dignidad singular de María como la identidad divina del Niño que lleva. Y luego añade: «¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?» Isabel reconoce en María no solo a una pariente, sino a la Madre del Mesías.
El cántico del Magnificat que brota de los labios de María constituye una síntesis sublime de la espiritualidad del Antiguo Testamento y una anticipación de la revolución evangélica. María se proclama dichosa no por privilegios externos, sino por haber creído en las promesas divinas. Su alegría nace de la fe y se proyecta hacia todas las generaciones.
En este encuentro contemplamos también el misterio de la vida humana desde su concepción. Juan el Bautista, aún no nacido, reconoce y exulta ante la presencia del Salvador. Este testimonio bíblico confirma la dignidad de la vida humana desde sus primeros instantes.
Que el ejemplo de María nos inspire a salir prontamente al encuentro de nuestros hermanos, llevando la alegría de Cristo a un mundo que tanto la necesita.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
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