Evangelio de Hoy Martes 6 de Mayo de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Martes 6 de Mayo y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Martes de la III semana de Pascua – Lectio Divina 274
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy Martes 6 de Mayo
Libro de los Hechos de los Apóstoles 7, 51-60. 8, 1.
En aquellos días, habló Esteban ante el sanedrín, diciendo: “Hombres de cabeza dura, cerrados de corazón y de oídos. Ustedes resisten siempre al Espíritu Santo; ustedes son iguales a sus padres. ¿A qué profeta no persiguieron sus padres? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, al que ahora ustedes han traicionado y dado muerte. Recibieron la ley por medio de los ángeles y no la han observado”.
Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín se enfurecieron y rechinaban los dientes de rabia contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo: “Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios”.
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Después se puso de rodillas y dijo con fuerte voz: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”. Diciendo esto, se durmió en el Señor. Y Saulo estuvo de acuerdo en que mataran a Esteban.

Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 30, 3cd-4. 6ab y 7b y 8a. 17 y 21ab.
Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio,
la muralla que me salve.
Tú, que eres mi fortaleza y mi defensa,
por tu nombre, dirígeme y guíame.
En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya.
En tus manos encomiendo mi espíritu
y tú, mi Dios leal, me librarás.
Señor, en ti, deposito mi confianza
y tu misericordia llenará de alegría.
En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya.
Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo
y sálvame, por tu misericordia;
cuídame, Señor, y escóndeme junto a ti,
lejos de las intrigas de los hombres.
En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan de la vida, dice el Señor;
el que viene a mí no tendrá hambre.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Martes 6 de Mayo de 2025.
Evangelio según San Juan 6, 30-35.
En aquel tiempo, la gente le preguntó a Jesús: “¿Qué signo vas a realizar tú, para que lo veamos y podamos creerte? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo”.
Jesús les respondió: “Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio pan del cielo; es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que baja del cielo y da la vida al mundo”.
Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les contestó: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed”.

Homilía de hoy Martes 6 de Mayo.
Homilía: El Verdadero Maná para Nuestro Desierto.
El diálogo entre Jesús y la multitud adquiere un tono desafiante cuando le piden: «¿Qué signo haces para que creamos en ti?» Esta petición resulta sorprendente después de la multiplicación de los panes, revelando cuán fácilmente olvidamos los dones recibidos y exigimos nuevas señales divinas.
La referencia al maná en el desierto muestra que la gente interpreta la acción de Jesús a la luz de su tradición religiosa. Moisés alimentó milagrosamente a Israel durante cuarenta años; esperan algo similar o superior de quien se presenta como enviado de Dios. Buscan la repetición del prodigio material, no la novedad del don espiritual que Jesús ofrece.
La respuesta del Maestro corrige dos malentendidos: primero, que fue Moisés quien dio el pan del cielo, cuando en realidad fue don gratuito del Padre; segundo, que aquel maná era el verdadero pan celestial, cuando solo era figura del auténtico don que ahora se ofrece. «Mi Padre les da el verdadero pan del cielo», afirma, situando su misión en continuidad pero también en superación de la experiencia del Éxodo.
Este «verdadero pan» posee dos características extraordinarias: «baja del cielo» y «da vida al mundo». No es producto del esfuerzo humano sino don divino, y su alcance no se limita a un pueblo sino que se extiende a toda la humanidad.
Ante la petición entusiasta «Danos siempre de ese pan», Jesús revela el corazón del misterio: «Yo soy el pan de vida». No ofrece algo separado de sí mismo; se ofrece personalmente como alimento espiritual. La comunión con su persona es lo que verdaderamente sacia el hambre profunda del corazón humano, ese anhelo que ningún bien material puede satisfacer plenamente.
Este evangelio nos invita hoy a reconocer nuestros propios desiertos interiores, esas áreas de aridez y hambre espiritual, para abrirnos con fe renovada a Cristo, pan vivo que desciende del cielo para darnos vida en abundancia.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.