Jueves 16 de Junio de 2022
Evangelio Católico de Hoy – Lectio Divina
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Jueves 16 de Junio y la homilía diaria.
Al final del artículo encontraran el Evangelio del día de hoy en video para todos aquellos que no puedan o quieran leer, o porque, simplemente, les gusta más escuchar el evangelio del día y las homilías diarias en la voz del Padre Efraín Castaño Arboleda.
Al final del video encontraran el comentario y la reflexión del Evangelio de hoy. Feliz y bendecido día para todos.
Jueves de la XI semana de Pascua – Leccionario: 368
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura
Libro de Eclesiástico 48,1-14.
En aquel tiempo, surgió Elías, un profeta de fuego; su palabra quemaba como una llama. Él hizo caer sobre los israelitas el hambre y con celo los diezmó. En el nombre del Señor cerró las compuertas del cielo e hizo que descendiera tres veces fuego de lo alto.
¡Qué glorioso eres, Elías, por tus prodigios!
¿Quién puede jactarse de ser igual a ti?
Tú resucitaste del sepulcro a un muerto,
lo arrancaste de la muerte por la palabra del Altísimo.
Tú llevaste la ruina a los reyes
y la muerte a los príncipes en su lecho.
Tú escuchaste las amenazas de Dios en el Sinaí
y sus palabras de castigo en el Horeb.
Tú ungiste a reyes vengadores
y nombraste como sucesor tuyo a un profeta.
En un torbellino de llamas fuiste arrebatado al cielo,
sobre un carro tirado por caballos de fuego.
Escrito está de ti que volverás,
cargado de amenazas, en el tiempo señalado,
para aplacar la cólera antes de que estalle,
para hacer que el corazón de los padres se vuelva hacia los hijos
y congregar a las tribus de Israel.
Dichosos los que te vieron y murieron gozando de tu amistad; pero más dichosos los que estén vivos, cuando vuelvas.
Cuando Elías fue arrebatado por el torbellino, Eliseo quedó lleno de su espíritu. Ningún príncipe lo intimidó, nadie lo pudo dominar.
Ninguna cosa le era imposible y aun estando en el sepulcro, resucitó a un muerto. En vida hizo prodigios y después de muerto, obras admirables.
Salmo Responsorial – 96, 1-2. 3-4. 5-6. 7.
Reina el Señor, alégrese la tierra;
cante de regocijo el mundo entero.
El trono del Señor se asienta
En la justicia y el derecho.
Que se alegren los justos con el Señor.
Un fuego que devora a sus contrarios
a nuestro Dios precede;
deslumbran sus relámpagos el orbe
y, viéndolos, la tierra se estremece.
Que se alegren los justos con el Señor.
Los montes se derriten como cera
ante el Señor de toda la tierra.
Los cielos pregonan su justicia,
su inmensa gloria ven todos los pueblos.
Que se alegren los justos con el Señor.
Los que adoran estatuas
que se llenen de pena y se sonrojen
lo mismo el que se jacta de sus ídolos.
Que caigan ante Dios todos los dioses.
Que se alegren los justos con el Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Hemos recibido un espíritu de hijos,
que nos hace exclamar: ¡Padre!
Aleluya.
Evangelio de Hoy Jueves 16 de Junio de 2022
Evangelio según San Mateo 6,7-15.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando ustedes hagan oración, no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes pues, oren así:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu Reino,
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas”.
Comentario del Evangelio de hoy Jueves 16 de Junio.
«El Pan nuestro de cada día, dánosle hoy.» Estas palabras se pueden entender en sentido espiritual o en sentido literal: en la intención de Dios, las dos interpretaciones deben contribuir a nuestra salvación. Nuestro pan de vida es Cristo; este pan no es para todos, sino para nosotros.
Así como decimos «Padre nuestro» porque es el Padre de los que tienen fe, así también llamamos a Cristo «nuestro pan» porque es el pan de los que forman su cuerpo.
Es para obtener este pan que oramos todos los días; no quisiéramos a causa de una falta grave privarnos del pan del cielo, separarnos del cuerpo de Cristo, de él que ha proclamado: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo: el que come de este pan, vivirá eternamente.
Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo». El Señor nos ha alertado: «Si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros».
Pedimos, pues, todos los días recibir nuestro pan, es decir, a Cristo, para permanecer y vivir en Cristo, y no alejarnos, en absoluto, de su gracia y de su cuerpo. También podemos comprender esta petición de la siguiente manera: hemos renunciado al mundo; por la gracia de la fe hemos rechazado sus riquezas y seducciones; pedimos simplemente su alimento.
El que comienza a ser discípulo de Cristo y renuncia a todo según la palabra del Maestro, debe pedir el alimento de cada día y no preocuparse de un largo plazo. El Señor ha dicho: «No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos».
El discípulo, pues, pide con razón su alimento de cada día, puesto que le está prohibido inquietarse por el día de mañana.
El Evangelio de Hoy Jueves 16 de Junio en Video
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a Santo Rosario y Evangelio de hoy por el asesoramiento y al Padre Efraín Castaño Arboleda y su equipo por los videos.
Homilía del Evangelio de Hoy
Padre Efraín Castaño Arboleda
Padre le decimos, venga tu rey, padre haya pan en cada mesa familiar, que haya perdón y se vaya cada día coartando todo acto de discordia o de mal recuerdo, pero tratemos que saborear el padre nuestro; hay algo que a mí siempre me ha llamado la atención en la eucaristía, por lo regular decimos y enseñados por el mismo cristo, nos atrevemos a decir, y yo les digo que a veces solo va en la tercera petición y ya casi todo el mundo está diciendo y líbranos del mal, o sea que no recitamos el padre nuestro, prácticamente no lo comemos, es decir, lo decimos de una manera rápida donde uno dice, será posible realmente aceptar todo el contenido de esta bella oración.
Por eso qué bueno sacar diariamente un rato para repetir el padre nuestro, serenamente con el señor, ustedes no lo están viendo, pero aquí, en mi parte de abajo hay un felino, un pequeño gato que viene, va, se recuesta, ronda, yo siento entonces su caricia y al mismo tiempo yo siento el deseo, también pues, de acariciarlo, de recogerlo, yo pienso que así es dios con nosotros.
Cuando él siente que nos animamos a él, que con cariño, le estamos diciendo, padre qué bueno estar contigo, me recuesto en ti, gozo contigo, mira aquí te traigo mi caricia, el señor siente ese deseo, y además hace volcar sobre nosotros su ternura.
Vive cada día el padre nuestro con amor. En el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo, amén.
¿Qué es El Santo Rosario?
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.