Evangelio de Hoy Domingo 13 de Agosto.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Domingo 13 de Agosto y la homilía diaria.

Al final del artículo encontraran el comentario del Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.

XIX Domingo Ordinario – Lectio Divina 115

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura

Primer Libro de los Reyes 19, 9a. 11-13a.

Al llegar al monte de Dios, el Horeb, el profeta Elías entró en una cueva y permaneció allí. El Señor le dijo: «Sal de la cueva y quédate en el monte para ver al Señor, porque el Señor va a pasar».

Así lo hizo Elías y, al acercarse el Señor, vino primero un viento huracanado, que partía las montañas y resquebrajaba las rocas; pero el Señor no estaba en el viento. Se produjo después un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Luego vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego se escuchó el murmullo de una brisa suave. Al oírlo, Elías se cubrió el rostro con el manto y salió a la entrada de la cueva.



Salmo Responsorial de Hoy Salmo 84, 9ab-10. 11-12. 13-14.

Escucharé las palabras del Señor,
palabras de paz para su pueblo santo.
Está ya cerca nuestra salvación
y la gloria del Señor habitará en la tierra.
Muéstranos, Señor, tu misericordia.

La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra
y la justicia vino del cielo.
Muéstranos, Señor, tu misericordia.

Cuando el Señor nos muestre su bondad,
nuestra tierra producirá su fruto.
La justicia le abrirá camino al Señor
e irá siguiendo sus pisadas.
Muéstranos, Señor, tu misericordia.


Segunda Lectura

Carta de San Pablo a los Romanos 9, 1-5.

Hermanos: Les hablo con toda verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me atestigua, con la luz del Espíritu Santo, que tengo una infinita tristeza, y un dolor incesante tortura mi corazón.

Hasta aceptaría verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de mis hermanos, los de mi raza y de mi sangre, los israelitas, a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Ellos son descendientes de los patriarcas; y de su raza, según la carne, nació Cristo, el cual está por encima de todo y es Dios bendito por los siglos de los siglos. Amén.


Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Confío en el Señor,
Mi alma espera y confía en su palabra.
Aleluya.


Semana Santa - Via Crusis

Evangelio de Hoy Domingo 13 de Agosto de 2023.

Evangelio según San Mateo 14, 22-33.

En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba él solo allí.

Entretanto, la barca iba ya muy lejos de la costa, y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua, se espantaron, y decían: «¡Es un fantasma!» Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo enseguida: «Tranquilícense y no teman. Soy yo».

Entonces le dijo Pedro: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua». Jesús le contestó: «Ven». Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: «¡Sálvame, Señor!» Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»

En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús diciendo: «Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios».


Comentario y Homilía del Evangelio de hoy Domingo 13 de Agosto.

San Carlos de Foucauld (1858-1916)

¡Llamemos a Dios al auxilio!

Eres bueno, mi Dios, por repetirnos frecuentemente: “¡Llámenme al auxilio, yo vendré!… ¡Llámenme, lo escucharé!” (…) ¡Llamemos a Dios al auxilio en la tentación! No tratemos de luchar con nuestras fuerzas, con las fuerzas de la naturaleza, en la tentación, en la dificultad.

Actualmente los espíritus de las tinieblas son más fuertes que nosotros, más fuertes y más sutiles. Nuestra concupiscencia natural es fuerte y nuestra alma muy débil. Una de las trampas del demonio es absorbernos mucho desde los primeros momentos de la tentación. Tanto, que ponemos todo nuestro esfuerzo (cuando lo hacemos) para resistirla.

Pero sólo ponemos nuestro esfuerzo, sin pensar en llamar al auxilio al único que puede salvarnos, Dios, o sin recurrir a nuestro buen ángel o a los santos. El demonio pone un velo alrededor nuestro para impedirnos mirar en alto y elevar los ojos al cielo. Trata de rendirnos “mudos” como los poseídos del Evangelio, nos absorbe y trata que no tengamos la idea de llamar al auxilio a Dios.

Habiéndonos así separado del que nos da la fuerza, nos vence fácilmente. Desde el comienzo de la tentación, no tratemos de resistir por nuestras propias fuerzas sino de llamar a Dios. Desde el momento de sentirnos tentados, tengamos recurso a la oración, pongámonos a rezar. Así, en un instante, reportaremos la victoria, de otro modo seremos siempre vencidos. Entonces, en la tentación, ¡rezar, rezar, rezar!


Evangelio de Hoy Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y la Homilía de Hoy en video.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.