Evangelio de Hoy Domingo 22 de Septiembre.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Domingo 22 de Septiembre y la homilía diaria.

Al final del artículo encontraran el comentario del Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.

XXV Domingo ordinarioLectio Divina 134

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura

Libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20.

Los malvados dijeron entre sí:
«Tendamos una trampa al justo,
porque nos molesta y se opone a lo que hacemos;
nos echa en cara nuestras violaciones a la ley,
nos reprende las faltas
contra los principios en que fuimos educados.

Veamos si es cierto lo que dice,
vamos a ver qué le pasa en su muerte.
Si el justo es hijo de Dios,
él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos.
Sometámoslo a la humillación y a la tortura,
para conocer su temple y su valor.
Condenémoslo a una muerte ignominiosa,
porque dice que hay quien mire por él».


Salmo Responsorial de Hoy Salmo 53, 3-4. 5. 6 y 8.

Sálvame, Dios mío, por tu nombre,
con tu poder defiéndeme.
Escucha, Señor, mi oración,
y a mis palabras atiende.
El Señor es quien me ayuda.

Gente arrogante y violenta
contra mí se la levantado,
Andan queriendo matarme.
¡Dios los tiene sin cuidado!
El Señor es quien me ayuda.

Pero el Señor Dios es mi ayuda,
él, quien me mantiene vivo.
Por eso te ofreceré
con agrado un sacrificio,
y te agradeceré, Señor,
tu inmensa bondad conmigo.
El Señor es quien me ayuda.


Segunda Lectura

Carta de Santiago 3, 16-18. 4, 1-3.

Hermanos míos: Donde hay envidias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.

¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres.


Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio,
a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Aleluya.


Evangelio de Hoy Domingo 22 de Septiembre de 2024.

Evangelio según San Marcos 9, 30-37.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará». Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones.

Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutían por el camino?» Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».

Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado».


Homilía de hoy Domingo 22 de Septiembre.

El Evangelio de hoy nos revela una lección fundamental sobre la verdadera grandeza según la óptica del Reino de Dios. En medio de la enseñanza a sus discípulos, Jesús les plantea una pregunta que los lleva a reflexionar sobre la esencia de su misión.

Mientras caminaban, los discípulos habían estado discutiendo entre ellos sobre quién era el más importante. Pero cuando Jesús les pregunta de qué habían estado hablando, ellos callan, avergonzados, pues saben que su conversación reflejaba la búsqueda del prestigio y la posición, en lugar de la humildad y el servicio.

Es entonces cuando Jesús les da una lección contundente: «Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Estas palabras desafían por completo la lógica del mundo, que valora la fama, el poder y la autoridad por encima de todo.

En el Reino de Dios, la grandeza se mide no por la posición que se ocupa, sino por la disposición para servir y acoger a los demás, especialmente a los más pequeños y vulnerables. Jesús toma a un niño y lo abraza, indicando que aquellos que se hacen como niños, es decir, que acogen con sencillez y confianza, son los mayores en el Reino.

Hermanos, este pasaje nos interpela a examinar nuestros propios corazones. ¿Buscamos la grandeza según los estándares del mundo o nos esforzamos por ser los últimos y los servidores de todos, como Jesús nos enseña? ¿Estamos dispuestos a humillarnos y a acoger con cariño a los más pequeños y marginados?

La lección de Jesús nos recuerda que el verdadero liderazgo en la Iglesia se basa en la humildad, el servicio y la acogida. Nuestros pastores y líderes están llamados a reflejar esta imagen de Cristo, convirtiéndose en «los últimos de todos y los servidores de todos».


Evangelio de Hoy Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

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Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.