Evangelio de Hoy Sábado 13 de Septiembre de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Sábado 13 de Septiembre y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Memoria de San Juan Crisóstomo, Doctor de la Iglesia – Lectio Divina 442
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy Sábado 13 de Septiembre
Primera Carta de San Pablo a Timoteo 1, 15-17.
Hermano: Puedes fiarte de lo que voy a decirte y aceptarlo sin reservas:
Que Cristo Jesús vino a este mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero Cristo Jesús me perdonó, para que fuera yo el primero en quien él manifestara toda su generosidad y sirviera yo de ejemplo a los que habrían de creer en él, para obtener la vida eterna.
Al rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 112, 1-2. 3-4. 5a y 6-7.
Bendito sea el Señor,
alábenlo sus siervos.
Sea Bendito el Señor,
desde ahora y para siempre.
Bendito sea el Señor ahora y para siempre.
Desde que sale el sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones,
su gloria, por encima de los cielos.
Bendito sea el Señor ahora y para siempre.
¿Quién hay como el Señor?
¿Quién iguala al Dios nuestro,
que tiene en las alturas su morada,
y sin embargo de esto,
bajar se digna su mirada
para ver tierra y cielo?
Bendito sea el Señor ahora y para siempre.
El levanta del polvo al desvalido
y saca al indigente del estiércol,
para hacerlo sentar entre los grandes,
los jefes de su pueblo.
Bendito sea el Señor ahora y para siempre.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará
y haremos en él nuestra morada, dice el Señor.
Aleluya.

Evangelio de Hoy Sábado 13 de Septiembre de 2025.
Evangelio según San Lucas 6, 43-49.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos.
Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón.
¿Por qué me dicen ‘Señor, Señor’, y no hacen lo que yo les digo? Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí y escucha mis palabras y las pone en práctica. Se parece a un hombre, que al construir su casa, hizo una excavación profunda, para echar los cimientos sobre la roca.
Vino la creciente y chocó el río contra aquella casa, pero no la pudo derribar, porque estaba sólidamente construida. Pero el que no pone en práctica lo que escucha, se parece a un hombre que construyó su casa a flor de tierra, sin cimientos.
Chocó el río contra ella e inmediatamente la derribó y quedó completamente destruida».
Homilía de hoy Sábado 13 de Septiembre.
Homilía: La Coherencia Vital y la Solidez del Fundamento Evangélico.
La enseñanza sobre los frutos del árbol revela el principio fundamental del discernimiento espiritual cristiano, que evalúa la autenticidad de toda vida religiosa no por las apariencias externas sino por las obras que brotan naturalmente de la disposición interior del corazón. Esta metodología evangélica trasciende la superficialidad de los juicios humanos para adentrarse en la verdad profunda de las personas según sus manifestaciones existenciales concretas.
La imposibilidad natural de que el árbol bueno produzca frutos malos establece la coherencia orgánica que debe caracterizar a la vida cristiana auténtica, donde las virtudes teologales se traducen espontáneamente en comportamientos que reflejan la transformación interior operada by la gracia santificante. Esta ley espiritual revela que la santidad genuina no puede coexistir permanentemente con conductas que contradicen sistemáticamente los principios evangélicos.
La identificación del árbol por sus frutos proporciona el criterio objetivo para discernir la calidad espiritual de maestros y discípulos en la comunidad eclesial. Esta pedagogía libera la conciencia cristiana de la ingenuidad que se deja seducir por discursos piadosos que no se corresponden con realizaciones coherentes, protegiendo así la integridad de la fe ante las seducciones de la simulación religiosa.
La referencia a las espinas y zarzas que no pueden producir frutos comestibles ilustra la esterilidad fundamental de toda religiosidad que no ha experimentado la transformación radical del corazón mediante la conversión evangélica. Esta imagen revela que las prácticas devotas externas resultan ineficaces cuando no proceden de la renovación interior auténtica.
La enseñanza sobre el tesoro del corazón que determina las palabras de la boca expone la fuente última de toda expresión humana en las disposiciones profundas de la voluntad. Esta revelación establece que la reforma del lenguaje requiere previamente la purificación del corazón, donde se almacenan los valores que orientan secretamente toda la actividad consciente.
La parábola de los dos constructores que edifican sobre roca o arena revela la diferencia radical entre la fe que se traduce en obediencia práctica y la adhesión meramente intelectual que no transforma la conducta efectiva.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.