Evangelio de Hoy Martes 16 de Septiembre de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Martes 16 de Septiembre y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Martes de la XXIV semana del Tiempo Ordinario – Lectio Divina 444
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy Martes 16 de Septiembre
Primera Carta de San Pablo a Timoteo 3, 1-13.
Hermano: Es cierto que aspirar al cargo de obispo es aspirar a una excelente función.
Por lo mismo, es preciso que el obispo sea irreprochable, que no se haya casado más que una vez, que sea sensato, prudente, bien educado, digno, hospitalario, hábil para enseñar, no dado al vino ni a la violencia, sino comprensivo, enemigo de pleitos y no ávido de dinero; que sepa gobernar bien su propia casa y educar dignamente a sus hijos.
Porque, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios quien no sabe gobernar su propia casa? No debe ser recién convertido, no sea que se llene de soberbia y sea por eso condenado como el demonio.
Es necesario que los no creyentes tengan buena opinión de él, para que no caiga en el descrédito ni en las redes del demonio. Los diáconos deben, asimismo, ser respetables y sin doblez, no dados al vino ni a negocios sucios; deben conservar la fe revelada, con una conciencia limpia.
Que se les ponga a prueba primero y luego, si no hay nada que reprocharles, que ejerzan su oficio de diáconos. Las mujeres deben ser igualmente respetables, no chismosas, juiciosas y fieles en todo.
Los diáconos, que sean casados una sola vez y sepan gobernar bien a sus hijos y su propia casa. Los que ejercen bien el diaconado alcanzarán un puesto honroso y gran autoridad para hablar de la fe que tenemos en Cristo Jesús.

Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 100, 1-2ab. 2cd-3ab. 5. 6.
Voy a cantar la bondad y la justicia;
para ti, Señor, tocaré mi música.
Voy a explicar el camino perfecto.
¿Cuándo vendrás a mí?
Danos, Señor, tu bondad y tu justicia.
Quiero proceder en mi casa
con recta conciencia.
No quiero ocuparme de asuntos indignos,
aborrezco las acciones criminales.
Danos, Señor, tu bondad y tu justicia.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
al altanero y al ambicioso
no los soportaré.
Danos, Señor, tu bondad y tu justicia.
Escojo a gente de fiar
para que vivan conmigo;
el que sigue un camino perfecto
será mi servidor.
Danos, Señor, tu bondad y tu justicia.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros.
Dios ha visitado a su pueblo.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Martes 16 de Septiembre de 2025.
Evangelio según San Lucas 7, 11-17.
En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de mucha gente.
Al llegar a la entrada de la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: «No llores».
Acercándose al ataúd, lo tocó, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: «Joven, yo te lo mando: Levántate». Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre.
Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo».
La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones circunvecinas.

Homilía de hoy Martes 16 de Septiembre.
Homilía: El Señor de la Vida que Enjuga Nuestras Lágrimas.
En las calles de Naím presenciamos el encuentro entre dos comitivas: una que acompaña la muerte y otra que proclama la vida. Cristo, rodeado de sus discípulos y una multitud, se encuentra con una madre viuda que llora la pérdida de su único hijo. Este encuentro no es casual; revela el corazón misericordioso de Dios que sale al encuentro del dolor humano.
La compasión de Jesús trasciende las palabras. Su corazón se conmueve ante el sufrimiento de esta mujer que había perdido no solo a su hijo, sino también su sostén y esperanza futura. En una sociedad donde la viudez representaba vulnerabilidad extrema, la muerte del hijo único significaba desamparo total. Cristo ve más allá del dolor presente; comprende la desesperanza que se cierne sobre esta madre.
«No llores», le dice el Señor. Estas palabras no son un simple consuelo, sino la promesa de una intervención divina. Jesús toca el féretro y devuelve la vida al joven, pero su gesto alcanza dimensiones más profundas. Restaura la esperanza de la madre, reconstruye su futuro y manifiesta que Dios no permanece indiferente ante nuestras tribulaciones.
La resurrección del joven de Naím prefigura la victoria definitiva sobre la muerte que Cristo conquistará en su propia Pascua. Nos recuerda que ningún dolor escapa a la mirada amorosa de Dios, ninguna lágrima es derramada en vano. En nuestras propias experiencias de pérdida y sufrimiento, Cristo continúa acercándose con la misma compasión, tocando nuestras heridas y transformando nuestro llanto en esperanza.
Reconozcamos en Jesús al gran profeta que Dios ha enviado para visitarnos y liberarnos de toda forma de muerte.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.