Evangelio de Hoy Viernes 26 de Septiembre de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Viernes 26 de Septiembre y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Viernes de la XXV semana del Tiempo Ordinario – Lectio Divina 453
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy 26 de Septiembre
Libro de Ageo 2, 1-9.
El día veintiuno del séptimo mes del año segundo del reinado de Darío, la palabra del Señor vino, por medio del profeta Ageo, y dijo:
“Diles a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Yosadac sumo sacerdote, y al resto del pueblo: ‘¿Queda alguien entre ustedes que haya visto este templo en el esplendor que antes tenía? ¿Y qué es lo que ven ahora? ¿Acaso no es muy poca cosa a sus ojos?
Pues bien, ¡ánimo!, Zorobabel; ¡ánimo!, Josué, hijo de Yosadac, sumo sacerdote; ¡ánimo!, pueblo entero. ¡Manos a la obra!, porque yo estoy con ustedes, dice el Señor de los ejércitos. Conforme a la alianza que hice con ustedes, cuando salieron de Egipto, mi espíritu estará con ustedes. No teman’.
Esto dice el Señor de los ejércitos: ‘Dentro de poco tiempo conmoveré el cielo y la tierra, el mar y los continentes. Conmoveré a todos los pueblos para que vengan a traerme las riquezas de todas las naciones y llenaré de gloria este templo. Mía es la plata y mío es el oro.
La gloria de este segundo templo será mayor que la del primero, y en este sitio daré yo la paz’, dice el Señor de los ejércitos”.
Salmo Responsorial de Hoy – Del Salmo 42.
Defiéndeme, Señor, hazme justicia
contra un pueblo malvado;
de hombre tramposo y traicionero
ponme a salvo.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Si tú eres de verdad mi Dios-refugio,
¿por qué me has rechazado?,
¿Por qué tengo que andar tan afligido,
viendo cómo me oprime el adversario?
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Señor, envíame, tu luz y tu verdad;
que ellas se conviertan en mi guía
y hasta tu monte santo me conduzcan,
allí donde tú habitas.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Al altar del Señor me acercaré,
al Dios que es mi alegría;
y a mi Dios, el Señor, le daré gracias
al compás de la cítara.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Jesucristo vino a servir
y a dar su vida por la salvación de todos.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Viernes 26 de Septiembre de 2025.
Evangelio según San Lucas 9, 18-22.
Un día en que Jesús, acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario para orar, les preguntó:
“¿Quién dice la gente que soy yo?” Ellos contestaron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los antiguos profetas, que ha resucitado”.
Él les dijo: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Respondió Pedro: “El Mesías de Dios”. Entonces Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie.
Después les dijo: “Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día”.

Homilía de hoy Viernes 26 de Septiembre.
Homilía: La Confesión de Fe y el Misterio de la Cruz.
En la soledad de la oración, Cristo se encuentra con sus discípulos para plantearles la pregunta más trascendental de la historia: «¿Quién dicen las multitudes que soy yo?» Esta interrogación no surge de inseguridad personal, sino del deseo de conducir a sus seguidores hacia una comprensión más profunda de su identidad y misión.
Las respuestas populares reflejan el reconocimiento de la grandeza de Jesús, pero permanecen en el ámbito de lo meramente humano. Juan Bautista, Elías o algún profeta resucitado representan figuras extraordinarias, pero insuficientes para explicar la singularidad del Maestro. La opinión pública, por favorable que sea, no alcanza la verdad plena sobre Cristo.
Pedro, inspirado por el Padre, proclama la confesión que fundamentará la Iglesia: «El Cristo de Dios». Esta declaración trasciende el conocimiento humano y constituye una revelación divina. Reconocer en Jesús al Mesías prometido significa aceptar que en Él convergen todas las esperanzas de Israel y de la humanidad entera.
Sin embargo, Cristo inmediatamente revela el carácter paradójico de su mesianismo. El Hijo del Hombre debe padecer mucho, ser rechazado por las autoridades religiosas, morir y resucitar al tercer día. Esta revelación desconcierta porque contradice las expectativas humanas sobre el poder y la gloria mesiánicas.
La pedagogía divina nos enseña que la verdadera grandeza no se manifiesta en el triunfo mundano, sino en la entrega amorosa hasta la muerte. El camino del Mesías es el camino del servicio y del sacrificio, no de la dominación terrena.
Nuestra confesión de fe en Cristo debe incluir necesariamente la aceptación del misterio pascual. No podemos separar al Cristo glorioso del Cristo crucificado, porque en la cruz se revela plenamente el amor redentor de Dios.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.