Evangelio de Hoy Lunes 6 de Octubre de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Lunes 6 de Octubre y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Lunes de la XXVII semana del Tiempo ordinario – Lectio Divina 461
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy 6 de Octubre

Libro de Jonás 1, 1–16; 2, 1. 11.
El Señor le dirigió la palabra a Jonás, hijo de Amitay, y le dijo:
«Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predica en ella que su maldad ha llegado hasta mí». Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor, y llegó a Jafa, donde encontró un barco que salía para Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para dirigirse a Tarsis, lejos del Señor.
Pero el Señor desencadenó un gran viento sobre el mar y provocó una tormenta tan fuerte, que el barco estaba a punto de naufragar. Los marineros tuvieron miedo y se pusieron a invocar cada uno a su dios. Luego echaron al mar la carga para aligerar la nave.
Mientras tanto, Jonás había bajado al fondo del barco, se había acostado y dormía profundamente. El capitán se le acercó y le dijo: «¿Qué haces aquí dormido? Levántate e invoca a tu Dios, a ver si él se compadece de nosotros y no perecemos».
Luego se dijeron unos a otros: «Echemos suertes para ver quién tiene la culpa de esta desgracia». Echaron suertes y le tocó a Jonás. Entonces le dijeron: «Dinos por qué nos ha sobrevenido esta desgracia, cuál es tu oficio, de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres».
Él les respondió: «Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra». Entonces aquellos hombres tuvieron mucho miedo y le dijeron: «¿Por qué has hecho esto?» Pues él acababa de decirles que iba huyendo del Señor.
Y como el mar seguía encrespándose, le preguntaron: «¿Qué hemos de hacer contigo para que el mar se calme?» El les respondió: «Levántenme y arrójenme al mar, y el mar se calmará, pues sé que por mi culpa les ha sobrevenido esta tormenta tan fuerte».
Los hombres se pusieron a remar para alcanzar la costa, pero no pudieron, porque el mar seguía encrespándose en torno a ellos. Entonces invocaron al Señor, diciendo: «Señor, no nos hagas morir por culpa de este hombre ni nos hagas responsables de la muerte de un inocente, ya que es clara tu voluntad».
Entonces levantaron a Jonás y lo arrojaron al mar y el mar calmó su furia. Y aquellos hombres temieron mucho al Señor; le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas.
Dispuso el Señor que una ballena se tragara a Jonás, el cual estuvo en el vientre de la ballena tres días y tres noches. Entonces el Señor le ordenó a la ballena que vomitara a Jonás en tierra firme.

Salmo Responsorial de Hoy – Jonás 2, 3. 4. 5. 8.
En el peligro gríté al Señor y me atendió.
Desde el vientre del abismo te pedí auxilio
y me escuchaste.
En el peligro grité al Señor y me atendió.
Me habías arrojado al fondo, en alta mar,
me rodeaba la corriente,
tus torrentes y tus olas me arrollaban.
En el peligro grité al Señor y me atendió.
Entonces pensé:
«Me has arrojado de tu presencia;
¿quién pudiera ver otra vez tu santo templo?»
En el peligro grité al Señor y me atendió.
Cuando se me acababan las fuerzas,
invoqué al Señor
y llegó hasta ti mi oración, hasta su santo templo.
En el peligro grité al Señor y me atendió.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor,
que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Lunes 6 de Octubre de 2025.
Evangelio según San Lucas 10, 25-37.
En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: «Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?»
Jesús le dijo: «¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?» El doctor de la ley contestó: «Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo». Jesús le dijo: «Has contestado bien; si haces eso, vivirás».
El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?» Jesús le dijo: «Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto.
Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él.
Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: ‘Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso’. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?»
El doctor de la ley le respondió: «El que tuvo compasión de él». Entonces Jesús le dijo: «Anda y haz tú lo mismo».
Homilía de hoy Lunes 6 de Octubre.
Homilía: El Prójimo que Trasciende Fronteras y la Misericordia que Salva.
Un doctor de la Ley se acerca a Jesús con intención de ponerlo a prueba, preguntando qué debe hacer para heredar la vida eterna. Esta interrogación, aunque motivada por segundas intenciones, plantea la cuestión fundamental de toda existencia humana. Cristo, con sabiduría pedagógica, le devuelve la pregunta remitiéndolo a la Ley que él conoce perfectamente.
La respuesta del letrado es impecable: amar a Dios con todo el ser y al prójimo como a uno mismo. Sin embargo, queriendo justificarse, pregunta quién es su prójimo. Esta cuestión revela el deseo humano de establecer límites, de definir fronteras claras entre quienes merecen nuestro amor y quienes quedan excluidos de nuestra responsabilidad moral.
La parábola del buen samaritano subvierte radicalmente estas categorías restrictivas. Un hombre desciende de Jerusalén a Jericó y cae en manos de bandidos que lo despojan, golpean y abandonan medio muerto. El sacerdote y el levita, representantes de la religiosidad institucional, pasan de largo, quizás preocupados por mantener su pureza ritual o simplemente indiferentes al sufrimiento ajeno.
El samaritano, miembro de un pueblo despreciado por los judíos y considerado herético, es quien se conmueve al ver al herido. Su compasión no es mero sentimiento pasajero, sino compromiso activo que se traduce en acciones concretas: cura las heridas, lo transporta en su propia cabalgadura, lo hospeda y garantiza su cuidado continuo asumiendo personalmente los gastos.
Cristo invierte la pregunta inicial: no se trata de identificar quién califica como nuestro prójimo, sino de convertirnos nosotros en prójimo de quien sufre. El amor cristiano no espera que el necesitado cumpla requisitos de raza, religión o mérito; ve en cada persona herida el rostro mismo de Cristo que nos interpela y nos llama al servicio misericordioso.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.