Evangelio de Hoy Miércoles 8 de Octubre de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Miércoles 8 de Octubre y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Miércoles de la XXVI semana del Tiempo ordinario –Lectio Divina 463
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy Miércoles 8 de Octubre.
Libro de Jonás 4, 1-11.
Jonás se disgustó mucho de que Dios no hubiera castigado a los habitantes de Nínive, e irritado, oró al Señor en estos términos:
«Señor, esto es lo que yo me temía cuando estaba en mi tierra, y por eso me di prisa en huir a Tarsis. Bien sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo, lleno de paciencia y de misericordia, siempre dispuesto a perdonar. Ahora, Señor, quítame la vida, pues prefiero morir a vivir».
Pero el Señor le respondió: «¿Crees que hay motivo para que te enojes?» Jonás salió de Nínive y acampó al oriente de la ciudad. Allí construyó una enramada y se sentó a su sombra, para ver qué pasaba con Nínive.
Entonces, el Señor Dios hizo nacer una hiedra, que creció tan tupida, que le daba sombra y lo resguardaba del ardor del sol. Jonás se puso muy contento por la hiedra. Pero al día siguiente, al amanecer, el Señor envió un gusano, el cual dañó la hiedra, que se secó.
Y cuando el sol ya quemaba, el Señor envió un viento caliente y abrasador; el sol le daba a Jonás en la cabeza y lo hacía desfallecer. Entonces Jonás deseó morir y dijo: «Prefiero morir a vivir». Entonces el Señor le dijo a Jonás: «¿Crees que hay motivo para que te enojes así por la hiedra?» Contestó él: «Sí, y tanto, que quisiera morirme».
Le respondió el Señor: «Tú estás triste por una hiedra que no cultivaste con tu trabajo, que nace una noche y perece la otra. Y yo, ¿no voy a tener lástima de Nínive, la gran ciudad, en donde viven más de ciento veinte mil seres humanos que no son responsables y gran cantidad de ganado?».

Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 85, 3-4. 5-6. 9-10.
Ten compasión de mí,
pues clamo a ti, Dios mío, todo el día,
y ya que a ti, Señor, levanto el alma,
llena a este siervo tuyo de alegría.
Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Puesto que eres , Señor, bueno y clemente,
y todo amor con quien tu nombre invoca,
escucha mi oración
y a mi súplica da respuesta pronta.
Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Dios entrañablemente compasivo,
todo amor y lealtad, lento a la cólera,
ten compasión de mí,
pues clamo a ti, Señor, a toda hora.
Tú, Señor, eres bueno y clemente.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Hemos recibido un espíritu de hijos,
que nos hace exclamar: ¡Padre!
Aleluya.
Evangelio de Hoy Miércoles 8 de Octubre de 2025.
Evangelio según San Lucas 11, 1-4.
Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Entonces Jesús les dijo: «Cuando oren, digan:
Padre, santificado sea tu nombre,
venga tu Reino,
danos hoy nuestro pan de cada día
y perdona nuestras ofensas,
puesto que también nosotros perdonamos
a todo aquel que nos ofende,
y no nos dejes caer en tentación».

Homilía de hoy Miércoles 8 de Octubre.
Homilía: La Escuela de la Oración del Hijo.
La petición de los discípulos a Jesús para que les enseñe a orar nace de la contemplación de su propia vida de oración. Han visto al Maestro retirarse frecuentemente a lugares solitarios para comunicarse con el Padre, han sido testigos de su intimidad divina y comprenden que su palabra y autoridad brotan de esa comunión profunda. Desean participar de ese mismo vínculo filial que caracteriza la existencia de Cristo.
La respuesta de Jesús no consiste en técnicas o métodos complejos, sino en la enseñanza de una oración que sintetiza toda la actitud del hijo ante el Padre. Invocar a Dios como Padre representa una revolución espiritual: no nos acercamos a una divinidad distante e impersonal, sino al Padre amoroso que nos conoce íntimamente y desea nuestra felicidad. Esta paternidad divina fundamenta nuestra dignidad y establece nuestra fraternidad universal.
La santificación del nombre no busca aumentar la gloria de Dios, que es infinita en sí misma, sino que expresa nuestro deseo de que su santidad sea reconocida y su voluntad acogida en el mundo. El Reino que pedimos que venga no es meramente una realidad futura, sino una presencia que debe transformar progresivamente todas las dimensiones de la existencia humana.
El pan cotidiano representa tanto el alimento material necesario para la subsistencia como el Pan eucarístico que nutre nuestra vida espiritual. Reconocemos nuestra dependencia radical de Dios para las necesidades temporales y eternas, rechazando la ilusión de autosuficiencia que caracteriza la mentalidad mundana.
La petición de perdón vincula inseparablemente el perdón recibido con el perdón otorgado. No podemos pretender experimentar la misericordia divina mientras mantenemos nuestros corazones cerrados al perdón del prójimo. Finalmente, suplicamos no ser sometidos a la prueba, reconociendo nuestra fragilidad y necesidad constante de la gracia protectora de Dios en medio de las tentaciones que amenazan nuestra fidelidad.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
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