Evangelio de Hoy Sábado 3 de Enero de 2026.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Sábado 3 de Enero y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Sábado del Tiempo de Navidad – Lectio Divina 206
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy Sábado 3 de Enero.
Primera Carta de San Juan 2, 29. 3, 1-6.
Queridos hijos: Si ustedes saben que Dios es santo, tienen que reconocer que todo el que practica la santidad ha nacido de Dios.
Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido a él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Y todo el que tiene puesta en él esta esperanza, procura ser santo, como Jesucristo es santo. Todo el que comete pecado quebranta la ley, puesto que el pecado es quebrantamiento de la ley. Y si saben ustedes que Dios se manifestó para quitar los pecados, es porque en él no hay pecado. Todo el que pemanece en Dios, no peca. Todo el que vive pecando, es como si no hubiera visto ni conocido a Dios.

Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 97:1, 3cd-4, 5-6.
Cantemos al Señor un canto nuevo,
pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo
le han dado la victoria.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
La tierra entera ha contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Que todos los pueblos y naciones
aclamen con júbilo al Señor
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Cantemos al Señor al son del arpa,
suenen los instrumentos.
Aclamemos al son de los clarines
al Señor, nuestro rey.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros.
A todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
Aleluya.

Evangelio de Hoy Sábado 3 de Enero de 2026.
Evangelio según San Juan 1, 29-34.
Al día siguiente, vio Juan el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó: «Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.
Éste es aquel de quien yo he dicho: ‘El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo’. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua, para que él sea dado a conocer a Israel».
Entonces Juan dio este testimonio: «Vi al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo’.
Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios».
Homilía de hoy Sábado 3 de Enero.
Homilía: El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Hermanos carísimos en Cristo, el evangelio nos presenta hoy el testimonio culminante de Juan el Bautista, quien señala públicamente a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Esta proclamación solemne constituye una síntesis admirable de toda la teología de la redención, revelando la identidad profunda del Salvador y la naturaleza de su misión salvífica.
La imagen del cordero evoca inmediatamente el sacrificio pascual que liberó a Israel de la esclavitud egipcia. Aquel cordero inmaculado, cuya sangre marcó los dinteles de las casas israelitas, prefiguraba el sacrificio perfecto de Cristo en la cruz.
Sin embargo, la obra redentora de Jesús trasciende infinitamente aquella liberación histórica: no se trata solamente de liberar a un pueblo particular de la opresión política, sino de redimir a toda la humanidad del pecado y de la muerte eterna.
Juan confiesa que inicialmente no conocía a Jesús en su identidad mesiánica, aunque fueran parientes según la carne. Esta ignorancia manifiesta que el conocimiento auténtico de Cristo no proviene de vínculos naturales ni de familiaridad humana, sino de la revelación divina.
Fue el Espíritu Santo descendiendo como paloma quien reveló al Bautista la verdadera naturaleza del Nazareno. El Precursor había sido enviado específicamente para bautizar con agua, preparando así al pueblo para reconocer al Mesías.
Su ministerio transitorio encuentra pleno sentido únicamente en relación con Cristo, a quien debe dar testimonio. Esta conciencia de ser instrumento temporal le confiere una libertad admirable frente a toda tentación de perpetuar su protagonismo.
Juan proclama finalmente que Jesús es el Hijo de Dios, reconociendo su dignidad divina. Este testimonio valiente le costará posteriormente la vida, pero el Bautista permanecerá fiel hasta el martirio.
Que aprendamos a señalar constantemente hacia Cristo, disminuyendo nosotros para que Él crezca.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
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