Evangelio de Hoy Sábado 8 de Noviembre de 2025.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Sábado 8 de Noviembre y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Sábado de la XXXI Semana del Tiempo Ordinario – Lectio Divina 490
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy Sábado 8 de Noviembre.
Carta de San Pablo a los Romanos 16, 3-9. 16. 22-27.
Hermanos: Saluden a Prisca y a Aquila, colaboradores míos en el servicio de Cristo Jesús, que por salvar mi vida arriesgaron la suya.
A ellos no sólo yo, sino también todas las comunidades cristianas del mundo pagano les debemos gratitud. Saluden también a la comunidad que se reúne en casa de ellos.
Saluden a mi querido Epéneto, el primero que en la provincia de Asia se hizo cristiano. También saluden a María, que ha trabajado tanto por ustedes. Saluden a Andrónico y a Junías, mis paisanos y compañeros de prisión, que se han distinguido en predicar el Evangelio y en el apostolado, y que se hicieron cristianos antes que yo.
A Ampliato, a quien tanto quiero en el Señor. Saluden a Urbano, colaborador nuestro en el servicio de Cristo, y a mi querido Estaquio. Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Todas las comunidades cristianas los saludan.
Yo, Tercio, el escribano de esta carta, también les mando un saludo en el Señor. Los saluda Gayo, que me hospeda a mí y a esta comunidad. Los saludan Erasto, administrador de la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano.
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes. Amén.
A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén.
Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 144, 2-3. 4-5. 10-11.
Un día tras otro bendeciré tu nombre
y no cesará mi boca de alabarte.
Muy digno de alabanza es el Señor,
por ser su grandeza incalculable.
Dichosos los que aman al Señor.
Cada generación, a la que sigue
anunciará tus obras y proezas.
Se hablará de tus hechos portentosos,
del glorioso esplendor de tu grandeza.
Dichosos los que aman al Señor.
Que te alaben, Señor, todas tus obras
y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino
y den a conocer tus maravillas.
Dichosos los que aman al Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre,
para enriquecernos con su pobreza.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Sábado 8 de Noviembre de 2025.
Evangelio según San Lucas 16, 9-15.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo.
El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes?
No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero’’.
Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús. Pero él les dijo: “Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que es muy estimable para los hombres es detestable para Dios”.
Homilía de hoy Sábado 8 de Noviembre.
Homilía: La fidelidad en lo pequeño.
El Evangelio de hoy continúa la reflexión sobre el uso correcto de los bienes materiales, desarrollando enseñanzas que desafían profundamente nuestra escala de valores. El Señor nos exhorta a utilizar las riquezas injustas para hacernos amigos que nos reciban en las moradas eternas cuando estas nos falten. Esta expresión desconcertante requiere comprensión adecuada.
Las riquezas son llamadas injustas no necesariamente porque se hayan obtenido ilícitamente, sino porque pertenecen a un orden caduco, marcado por la injusticia estructural del mundo, y porque frecuentemente se convierten en instrumentos de opresión.
Sin embargo, pueden transformarse en medios de salvación cuando se emplean para la caridad efectiva, el servicio fraterno y la construcción del Reino. Los pobres que beneficiamos con nuestra generosidad se convierten en amigos celestiales que intercederán por nosotros.
El principio fundamental que Cristo establece resulta categórico: quien es fiel en lo poco, también lo es en lo mucho; quien es injusto en lo poco, también lo es en lo mucho. Esta proporción revela que no existen compartimentos estancos en nuestra vida moral.
La fidelidad constituye una actitud integral que atraviesa todas las dimensiones de nuestra existencia. Si somos deshonestos en asuntos aparentemente insignificantes, revelaremos idéntica infidelidad cuando se nos confíen responsabilidades mayores.
No pueden servir a Dios y al dinero.
La pregunta retórica del Señor penetra profundamente: si no han sido fieles con las riquezas injustas, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Los bienes materiales representan una prueba menor; si fracasamos administrándolos correctamente, manifestamos nuestra incapacidad para recibir los tesoros espirituales auténticos. La gestión recta de lo temporal prepara para la recepción de lo eterno.
La advertencia final resulta tajante: ningún servidor puede servir a dos amos, porque aborrecerá a uno y amará al otro. No pueden servir a Dios y al dinero. Esta alternativa radical excluye componendas y medias tintas. El dinero tiende a convertirse en ídolo que exige adoración exclusiva, esclavizando el corazón humano. La codicia constituye una forma de idolatría que destrona a Dios.
La reacción de los fariseos, amantes del dinero, revela la incomodidad que produce esta enseñanza. Ellos se burlaban del Señor, incapaces de aceptar una palabra que desenmascaraba su hipocresía. Justificarse ante los hombres resulta fácil; engañar a Dios es imposible, pues conoce los corazones.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
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