Evangelio de Hoy Domingo 16 de Julio.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Domingo 16 de Julio y la homilía diaria.

Al final del artículo encontraran el comentario del Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.

XV Domingo Ordinario – Lectio Divina 103

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura

Libro de Isaías 55, 10-11.

Esto dice el Señor:
«Como bajan del cielo la lluvia y la nieve
y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer,
así será la palabra que sale de mi boca:
no volverá a mí sin resultado,
sino que hará mi voluntad
y cumplirá su misión».



Salmo Responsorial de Hoy Salmo 64, 10abcd. 10e-11. 12-13. 14.

Señor, tú cuidas de la tierra,
la riegas y la colmas de riqueza.
Las nubes del Señor van por los campos,
rebosantes de agua, como acequias.
Señor, danos siempre de tu agua.

Tú preparas las tierras para el trigo:
riegas los surcos, aplanas los terrones,
reblandeces el suelo con la lluvia,
bendices los renuevos.
Señor, danos siempre de tu agua.

Tú coronas el año con tus bienes,
tus senderos derraman abundancia,
están verdes los pastos del desierto,
las colinas con flores adornadas.
Señor, danos siempre de tu agua.

Los prados se visten de rebaños,
de trigales los valles se engalanan.
Todo aclama al Señor.
Todo le canta.
Señor, danos siempre de tu agua.


Segunda Lectura

Carta de San Pablo a los Romanos 8, 18-23.

Hermanos: Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden comparar con la gloria que un día se manifestará en nosotros; porque toda la creación espera, con seguridad e impaciencia, la revelación de esa gloria de los hijos de Dios.

La creación está ahora sometida al desorden, no por su querer, sino por voluntad de aquel que la sometió. Pero dándole al mismo tiempo esta esperanza: que también ella misma, va a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para compartir la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

Sabemos, en efecto, que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.


Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
La semilla es el palabra de Dios y el sembrador es Cristo;
todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre.
Aleluya.


Semana Santa - Via Crusis

Evangelio de Hoy Domingo 16 de Julio de 2023.

Evangelio según San Mateo 13, 1-23.

Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mientras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábolas y les dijo:

«Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron.

Algunos cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga.»

Después se le acercaron sus discípulos y le preguntaron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» Él les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos; pero a ellos no. Al que tiene, se le dará más y nadará en la abundancia; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden.

Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.

En ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice: Oirán una y otra vez y no entenderán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.

Pero, dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.

Escuchen, pues, ustedes lo que significa la parábola del sembrador.

A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino.

Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.

Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la palabra, pero las preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas la sofocan y queda sin fruto.

En cambio, lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto: unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta».


Comentario y Homilía del Evangelio de hoy Domingo 16 de Julio.

Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179)

¿Cómo cultivas el campo de tu corazón?

Aquel que acepta de buen grado la semilla de mis palabras, como a un buen campo, le acuerdo los dones del Espíritu Santo en sobreabundancia. Pero al que a veces recibe mis palabras y otras las refuta, es como un campo que en ocasiones reverdece y en otras se deseca.

¡Muéstrame cómo laboras el campo de tu corazón y cómo lo cultivas! Si tu trabajo interior me gusta, te ofreceré una excelente cosecha. Según tu trabajo, será tu cosecha y tu recompensa. ¿Puedo dar fruto en la tierra sin trabajo? Igualmente, no te daré fruto, oh hombre, sin la fatiga del trabajo. Porque has recibido de mi lo que te permite trabajar tu alma.

Algunas personas piensan que pueden ser todo lo que quieren, negando examinar lo que son y lo que pueden hacer, sin consultar a Aquel que los ha formado, su Dios…Quieren tratar a Dios como a un siervo que cumple enteramente sus voluntades. No quiero acordar mis dones ni sembrar un campo vacío, en un hombre que trata de unirse a mí con orgullo, haciendo en la alienación de su ignorancia como si no me conociese…

Oh hombre, ¿por qué no has mirado el campo de tu alma y sacaste las hierbas inútiles, espinas y ronzas, invocándome y examinándote a ti mismo, en vez de venir a mí como ebrio, loco, ignorándote tu mismo? No puedes terminar ninguna obra de luz sin mi auxilio. (…) Sin mí, no puedes hacer nada…


Evangelio de Hoy Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

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Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.