Evangelio de Hoy Jueves 12 de Septiembre.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Jueves 12 de Septiembre y la homilía diaria.

Al final del artículo encontraran la homilía del Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación o comentario del evangelio y las homilías diarias.

Jueves de la XXIII semana del Tiempo ordinario – Lectio Divina 440

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura de Hoy

Primera Carta de San Pablo a los Corintios 8, 1-13.

Queridos hermanos: Ya sé que todos ustedes conocen lo que está permitido con respecto a la carne inmolada a los ídolos. Pero, ¡cuidado!, porque el puro hecho de conocer, llena de soberbia; el amor, en cambio, hace el bien. Y si alguno piensa que ese conocimiento le basta, no tiene idea de lo que es el verdadero conocimiento. Pero aquel que ama a Dios, es verdaderamente conocido por Dios.

Ahora bien, con respecto a comer la carne ofrecida a los ídolos, sabemos que un ídolo no representa nada real y que no hay más que un solo Dios. Pues, aun cuando se hable de dioses del cielo y de la tierra, como si hubiera muchos dioses y muchos señores, sin embargo, para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y es nuestro destino, y un solo Señor Jesucristo, por quien existen todas las cosas y por el cual también nosotros existimos.

Mas no todos saben esto. Pues algunos, acostumbrados a la idolatría hasta hace poco, siguen comiendo la carne como si estuviera consagrada a los ídolos, y puesto que su conciencia está poco formada, pecan. No es, ciertamente, la comida lo que nos hará agradables a Dios, ni vamos a ser mejores o peores por comer o no comer. Pero tengan cuidado de que esa libertad de ustedes no sea ocasión de pecado para los que tienen la conciencia poco formada. Porque si a ti, que sabes estas cosas, te ve alguien sentado a la mesa en un templo de los ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que está poco formada, a comer de lo sacrificado a los ídolos?

Entonces, por culpa de tu conocimiento haces que se pierda el hermano que tiene la conciencia poco formada, por quien murió Cristo. De esta manera, al pecar ustedes contra sus hermanos, haciendo daño a su conciencia poco formada, pecan contra Cristo. Por lo tanto, si un alimento le es ocasión de pecado a mi hermano, nunca comeré carne para no darle ocasión de pecado.


Salmo Responsorial de HoySalmo 138, 1b-3. 13-14ab. 23-24.

Tú me conoces, Señor, profundamente:
tú conoces cuándo me siento y me levanto,
desde lejos sabes mis pensamientos,
tú observas mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
Señor, no dejes que me pierda.

Tú formaste mis entrañas,
me tejiste en el seno materno.
Te doy gracias por tan grandes maravillas;
soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.
Señor, no dejes que me pierda.

Examíname, Dios mío, para conocer mi corazón,
ponme a prueba para conocer mis sentimientos,
y si mi camino se desvía,
no dejes que me pierda.
Señor, no dejes que me pierda.


Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros
y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
Aleluya.


Evangelio de Hoy Jueves 12 de Septiembre de 2024

Evangelio según San Lucas 6, 27-38.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después.

Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.

No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida conque midan, serán medidos’’.


Homilía de hoy Jueves 12 de Septiembre.

El evangelio de hoy nos presenta una de las enseñanzas más desafiantes y revolucionarias de Jesús: el amor a los enemigos. Este pasaje nos invita a una profunda transformación de nuestro corazón y de nuestras relaciones con los demás.

Jesús comienza con una declaración sorprendente: «Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian». Esta enseñanza va en contra de nuestros instintos naturales y de la lógica del mundo. Jesús nos llama a superar el ciclo de odio y venganza, a romper la cadena de violencia con un amor radical y transformador.

Sigue con instrucciones específicas: «bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman». Jesús nos invita no solo a abstenernos de devolver mal por mal, sino a responder activamente con bien. Esta actitud requiere una fuerza interior que solo puede venir de Dios.

Jesús continúa desafiando nuestras nociones convencionales de justicia y reciprocidad. Nos llama a ofrecer la otra mejilla, a dar más de lo que se nos pide, a prestar sin esperar nada a cambio. Estas enseñanzas no son una invitación a la pasividad frente al mal, sino un llamado a una forma más elevada de resistencia, una que busca transformar al agresor a través del amor.

El punto culminante de esta enseñanza es la llamada a la misericordia: «Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso». Jesús nos invita a imitar la perfección del amor de Dios, que hace salir el sol sobre buenos y malos. Esta misericordia se manifiesta en no juzgar, no condenar, perdonar y dar generosamente.

Primero, nos desafía a examinar nuestras actitudes hacia aquellos que nos han herido o que consideramos nuestros «enemigos». ¿Estamos dispuestos a dar el paso radical de amarlos y hacer el bien por ellos?

Segundo, nos invita a reflexionar sobre nuestra comprensión del amor. El amor cristiano no es un sentimiento, sino una decisión y un compromiso de buscar el bien del otro, incluso cuando es difícil.

Tercero, nos llama a una generosidad radical. Jesús nos pide ir más allá de la mera justicia, más allá de lo que se espera de nosotros, para reflejar la generosidad abundante de Dios.

Cuarto, nos recuerda que nuestra medida para juzgar y tratar a los demás será la medida con la que Dios nos juzgará. Esta enseñanza nos invita a la humildad y al autoeexamen constante.

Finalmente, este pasaje nos presenta un ideal elevado de vida cristiana. Aunque puede parecer imposible de alcanzar por nuestras propias fuerzas, nos recuerda que estamos llamados a depender de la gracia de Dios para vivir según sus enseñanzas.


Evangelio de Hoy – Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio de Hoy en video.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.