Evangelio de Hoy Lunes 21 de Octubre.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Lunes 21 de Octubre y la homilía diaria.
Al final del artículo encontraran el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Lunes de la XXIX Semana del Tiempo ordinario – Lectio Divina 473
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura
Carta de San Pablo a los Efesios 2, 1-10.
Hermanos: Ustedes estaban muertos por sus delitos y pecados, porque en otro tiempo vivían según los criterios de este mundo, obedeciendo al que está al frente de las fuerzas invisibles del mal, a ese espíritu que ejerce su acción ahora sobre los que resisten al Evangelio.
Entre ellos estuvimos también nosotros, pues en otro tiempo vivíamos sujetos a los instintos, deseos y pensamientos de nuestro desorden y egoísmo, y estábamos naturalmente destinados al terrible castigo de Dios, como los demás.
Pero la misericordia y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos muertos por nuestros pecados, y él nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en Cristo nos ha resucitado, y con él nos ha reservado un sitio en el cielo. Así, en todos los tiempos, Dios muestra por medio de Cristo Jesús, la incomparable riqueza de su gracia y de su bondad para con nosotros.
En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados por medio de Cristo Jesús para hacer el bien que Dios ha dispuesto que hagamos.
Salmo Responsorial – Salmo 99, 2. 3. 4. 5.
Alabemos a Dios todos los hombres,
sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo.
El Señor es nuestro dueño.
Reconozcamos que el Señor es Dios,
que él fue quien nos hizo y somos suyos,
que somos su pueblo y su rebaño.
El Señor es nuestro dueño.
Entremos por sus puertas dando gracias,
crucemos por sus atrios entre himnos,
alabando al Señor y bendiciéndolo.
El Señor es nuestro dueño.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo,
porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba.
El Señor es nuestro dueño.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Lunes 21 de Octubre de 2024
Evangelio según San Lucas 12, 13-21.
En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?”
Y dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”.
Después les propuso esta parábola: “Un hombre rico tuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo.
Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida’. Pero Dios le dijo: ‘¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”.
Homilía del Evangelio de hoy Lunes 21 de Octubre.
El pasaje del Evangelio que hoy meditamos nos presenta una enseñanza fundamental de Jesús sobre las riquezas y el verdadero sentido de la vida. A partir de una disputa por una herencia, nuestro Señor nos ofrece una reflexión profunda que trasciende las circunstancias particulares y toca el corazón de nuestra existencia.
La negativa de Jesús a intervenir en el reparto de la herencia no es una evasión de responsabilidad, sino una invitación a elevar nuestra mirada más allá de los bienes materiales. Su advertencia contra toda codicia nos recuerda que la vida plena no se mide por las posesiones acumuladas. En un mundo que constantemente nos empuja hacia el consumismo y la acumulación, estas palabras resuenan con particular urgencia.
La parábola del rico insensato ilustra vívidamente esta enseñanza. Este hombre, bendecido con una cosecha abundante, cae en la trampa de creer que la seguridad y la felicidad se encuentran en el almacenamiento de bienes. Sus planes de construir graneros más grandes revelan una mentalidad centrada exclusivamente en lo material, olvidando la fragilidad de la vida y su verdadero propósito.
La intervención de Dios, llamando «necio» a este hombre, no es un juicio cruel, sino una revelación de la verdad más profunda de nuestra existencia. ¿De qué sirven todos los bienes acumulados frente a la realidad ineludible de la muerte? Esta pregunta nos invita a reflexionar sobre nuestras propias prioridades y el uso que hacemos de los dones que hemos recibido.
Ser rico para Dios, como nos exhorta Jesús, implica una inversión de valores. No se trata de negar el valor de los bienes materiales, sino de ponerlos en su justa perspectiva. La verdadera riqueza se mide por la calidad de nuestras relaciones, por nuestra generosidad, por nuestra capacidad de amar y servir.
Este Evangelio nos interpela personalmente: ¿Dónde ponemos nuestra seguridad? ¿Cómo utilizamos los bienes que la Providencia ha puesto en nuestras manos? ¿Estamos acumulando tesoros para nosotros mismos o nos estamos enriqueciendo a los ojos de Dios?
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
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