Evangelio de Hoy Lunes 5 de Agosto.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Lunes 5 de Agosto y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Lunes de la XVIII semana del Tiempo ordinario – Lectio Divina 407
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy
Libro de Jeremías 28, 1-17.
El quinto mes del cuarto año del reinado de Sedecías, Jananías, hijo de Azur y profeta de Gabaón, le dijo a Jeremías en el templo, en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo: “Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a romper el yugo del rey de Babilonia. Dentro de dos años haré que se devuelvan todos los objetos del templo del Señor, que el rey Nabucodonosor tomó de este lugar y se llevó a Babilonia; haré volver a Jeconías, hijo de Joaquín y rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que han ido a Babilonia, en cuanto yo rompa, dice el Señor, el yugo del rey Nabucodonosor’”.
Entonces el profeta Jeremías le respondió a Jananías, en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo que estaba en el templo del Señor: “Amén. Que así lo haga el Señor. Que el Señor confirme lo que has predicho y haga retornar de Babilonia a este lugar los objetos del templo del Señor y a todos los desterrados.
Pero, pon atención a lo que voy a decirte delante de todo el pueblo: Antes de mí y antes de ti, siempre ha habido profetas que predijeron a muchos países y a grandes reinos la guerra, el hambre y la peste. Y cuando un profeta predice la paz, sólo hasta que se cumplen sus palabras, se puede reconocer que es verdadero profeta, enviado por el Señor”.
Entonces Jananías tomó el yugo que traía Jeremías en el cuello, lo rompió y dijo delante de todo el pueblo: “Esto dice el Señor: ‘Así romperé el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, dentro de dos años y lo quitaré del cuello de todas las naciones’ ”.
Jeremías se alejó de allí. Pero un tiempo después de que Jananías había roto el yugo del cuello del profeta Jeremías, el Señor le habló a éste y le dijo: “Ve y dile a Jananías: ‘Esto dice el Señor: Has roto un yugo de madera, pero yo lo sustituiré por uno de hierro.
Porque esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: He puesto en el cuello de todas estas naciones un yugo de hierro, para someterlas al servicio de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y hasta las bestias del campo lo servirán’ ”.
Y Jeremías añadió: “Escucha, Jananías: No te ha enviado el Señor y tú has hecho que el pueblo crea en una mentira. Por eso el Señor te dice: ‘Yo te borraré de la superficie de la tierra. Este año morirás, por haber incitado a la rebelión contra el Señor’ ”. Y el profeta Jananías murió aquel mismo año, en el mes séptimo.
Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 118, 29. 43. 79. 80. 95. 102.
Apártame de los caminos falsos,
y dame la gracia de cumplir tu voluntad.
No quites de mi boca las palabras sinceras,
porque yo espero en tus mandamientos.
Enséñame, Señor, tus mandamientos.
Que se vuelvan hacia mí tus fieles,
los que hacen caso de tus preceptos.
Que sea mi corazón perfecto en tus leyes,
así no quedaré avergonzado.
Enséñame, Señor, tus mandamientos.
Los malvados me esperaban para matarme,
pero yo meditaba tus preceptos.
No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido.
Enséñame, Señor, tus mandamientos.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra
que sale de la boca de Dios.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Lunes 5 de Agosto de 2024.
Evangelio según San Mateo 14, 13-21.
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: “Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que vayan a los caseríos y compren algo de comer”. Pero Jesús les replicó: “No hace falta que vayan. Denles ustedes de comer”. Ellos le contestaron: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados”. El les dijo: “Tráiganmelos”.
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente.
Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.
Homilía de hoy Lunes 5 de Agosto.
El Evangelio de Hoy nos presenta uno de los milagros más conocidos de Jesús: la multiplicación de los panes y los peces. Este relato, lleno de simbolismo y significado, nos invita a reflexionar sobre la compasión de Dios, la providencia divina y nuestro papel en la misión de Cristo.
La escena comienza con Jesús buscando un lugar solitario tras enterarse de la muerte de Juan el Bautista. Este detalle nos recuerda la humanidad de Cristo, su necesidad de momentos de recogimiento y oración, especialmente en tiempos de dolor. Sin embargo, la multitud lo sigue, interrumpiendo su retiro.
Conforme avanza el día, los discípulos sugieren a Jesús que despida a la gente para que puedan buscar alimento. La respuesta de Jesús es sorprendente: «Denles ustedes de comer». Cristo nos invita a no quedarnos en la comodidad de delegar la responsabilidad, sino a implicarnos personalmente en el cuidado de nuestros hermanos.
Los discípulos presentan lo poco que tienen: cinco panes y dos peces. Es en este momento cuando presenciamos el milagro. Jesús toma esa ofrenda aparentemente insignificante, la bendice, la parte y la multiplica hasta alimentar a una multitud de más de cinco mil personas.
Este milagro nos enseña varias lecciones importantes. Primero, nos muestra que Dios puede hacer maravillas con lo poco que tenemos, si se lo ofrecemos con fe. Nuestros recursos limitados, puestos en las manos de Dios, pueden convertirse en abundancia para muchos.
Segundo, la acción de Jesús de bendecir, partir y compartir el pan prefigura la Eucaristía, recordándonos que Cristo es el verdadero pan que sacia nuestra hambre más profunda, la del alma.
Tercero, el hecho de que sobraran doce canastas llenas nos habla de la generosidad desbordante de Dios. Su amor y su providencia superan nuestras necesidades y expectativas.
Que esta reflexión nos ayude a reconocer la abundancia con la que Dios nos bendice cada día. Que nos inspire a ser generosos con lo que hemos recibido, sabiendo que en las manos de Dios, nuestras pequeñas ofrendas pueden convertirse en grandes bendiciones para muchos.
Evangelio de Hoy – Agradece
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento; y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio y Homilía de Hoy en video.
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