Evangelio de Hoy Miércoles 12 de Abril.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Miércoles 12 de Abril y la homilía diaria.

Al final del artículo encontraran el comentario del Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.

Miércoles de la octava de PascuaLeccionario: 263

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura de Hoy

Libro de los Hechos de los Apóstoles 3, 1-10

En aquel tiempo, Pedro y Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de las tres de la tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien diariamente llevaban y ponían ante la puerta llamada la «Hermosa», para que pidiera limosna a los que entraban en el templo.

Aquel hombre, al ver a Pedro y a Juan cuando iban a entrar, les pidió limosna. Pedro y Juan fijaron en él los ojos, y Pedro le dijo: «Míranos». El hombre se quedó mirándolos en espera de que le dieran algo. Entonces Pedro le dijo: «No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesucristo nazareno, levántate y camina». Y, tomándolo de la mano, lo incorporó.

Al instante sus pies y sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso de pie, empezó a andar y entró con ellos al templo caminando, saltando y alabando a Dios.

Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta «Hermosa» del templo, quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro por lo que había sucedido.


Salmo Responsorial de Hoy Salmo 104, 1-2. 3-4. 6-7. 8-9.

Aclamen al Señor y denle gracias,
relaten sus prodigios a los pueblos.
Entonen en su honor himnos y cantos,
celebren sus portentos.
Cantemos al Señor con alegría. Aleluya.

Del nombre del Señor enorgullézcanse
y siéntase feliz el que lo busca.
Recurran al Señor y a su poder,
y a su presencia acudan.
Cantemos al Señor con alegría. Aleluya.

Descendientes de Abrahán, su servidor,
estirpe de Jacob, su predilecto,
escuchen: el Señor es nuestro Dios
y gobiernan la tierra sus decretos.
Cantemos al Señor con alegría. Aleluya.

Ni aunque transcurran mil generaciones,
se olvidará el Señor de sus promesas,
de la alianza pactada con Abraham,
del juramento a Isaac, que un día le hiciera.
Cantemos al Señor con alegría. Aleluya.


Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Éste es el día del triunfo del Señor,
día de júbilo y de gozo.
Aleluya.


Evangelio de Hoy Miércoles 12 de Abril de 2023

Evangelio según San Lucas 24, 13-35.

El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido.

Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: «¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?»

Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?» Él les preguntó: «¿Qué cosa?» Ellos le respondieron:

«Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron.

Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron».

¡Qué insensatos son ustedes

Entonces Jesús les dijo: «¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?» Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él.

Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer». Y entró para quedarse con ellos.

Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: «¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!»

Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: «De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón». Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.


Comentario y Homilía del Evangelio de hoy Miércoles 12 de Abril.

San Juan Pablo II (1920-2005)

“Tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos..”

 El icono de los discípulos de Emaús puede servir muy bien a la Iglesia como orientación en este Año en que presta una atención especial al misterio de la santa eucaristía.

En el camino de nuestras preguntas, nuestras inquietudes y, a veces, nuestras profundas decepciones, el divino Caminante continúa a nuestro lado como compañero que nos introduce, interpretando las Escrituras, en la comprensión de los misterios de Dios.

Cuando el encuentro se realiza en su totalidad, a la luz de la Palabra sigue la luz que brota del “pan de vida” por el que Cristo realiza de la manera más alta su promesa de quedarse con nosotros “todos los días hasta el fin del mundo.”

Misterio luminoso

La narración de la aparición de Jesús a los dos discípulos de Emaús nos ayuda a destacar un primer aspecto del misterio eucarístico que tiene que estar siempre presente en la devoción del pueblo de Dios: la eucaristía como ”misterio luminoso”…

Jesús se llama él mismo “luz del mundo” y esta característica se pone de relieve por aquellos momentos de su vida como la Transfiguración y la Resurrección, en donde su gloria divina resplandece claramente. En la eucaristía, al contrario, la gloria de Cristo queda velada.

El sacramento de la eucaristía es el “mysterium fidei”, el misterio de la fe por excelencia. Precisamente, a través del misterio de su ocultamiento total, Cristo se revela como misterio luminoso, por el que el creyente es introducido en la profundidad de la vida divina…

La eucaristía es, ante todo, luz porque en cada misa la liturgia de la Palabra de Dios precede la liturgia eucarística, en la unidad de las dos mesas, la de la Palabra y la del Pan… En la narración de los discípulos de Emaús, Cristo mismo interviene para mostrar, “empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas” que “toda la Escritura” conduce al misterio de su persona.

Sus palabras hacen “arder” los corazones de los discípulos, los saca de la oscuridad de la tristeza y de la desesperanza y suscita en ellos el deseo de quedarse con él. “¡Quédate con nosotros, Señor!”


Evangelio de Hoy – Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

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Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.