Evangelio de Hoy Martes 21 de Mayo.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Martes 21 de Mayo y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Martes de la VII semana del Tiempo ordinario-Lectio Divina 342
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy
Epístola de Santiago 4, 1-10.
Hermanos míos: ¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres.
Gente infiel, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por lo tanto, quien decide ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios. No piensen que la Escritura dice en vano: Dios ama celosamente a nuestro espíritu y nos da su gracia con generosidad. Por eso dice también la Escritura: Dios aborrece a los soberbios y concede su gracia a los humildes.
Por consiguiente, sométanse a Dios; resistan al diablo y se alejará de ustedes. Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Que los pecadores se purifiquen las manos y se decidan por Dios los indecisos. Comiencen ya a lamentar y a llorar su miseria. Que su risa se convierta en llanto y su alegría en tristeza. Humíllense ante el Señor y él los enaltecerá.
Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 54, 7-8. 9-10a. 10b-11a. 23.
En la angustia me dije: “Si tuviera,
como la paloma, alas, yo me iría
volando por el desierto,
para poder vivir libre de intrigas.
Descarga en el Señor lo que te agobia.
A salvo me pondría
del viento huracanado,
de las voces que dan mis enemigos
y de sus opresiones «.
Descarga en el Señor lo que te agobia.
Sólo veo en la ciudad
violencias y discordias,
que da día y de noche
por sus murallas rondan.
Descarga en el Señor lo que te agobia.
Descarga en el Señor lo que te agobia
y él te aliviará.
La derrota del justo para siempre
jamás permitirá.
Descarga en el Señor lo que te agobia.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí
y yo para el mundo.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Martes 21 de Mayo de 2024
Evangelio según San Marcos 9, 30-37.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?” Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado”.
Homilía del Evangelio de hoy Martes 21 de Mayo.
En el Evangelio de hoy, Jesús nos enseña una lección fundamental sobre la verdadera grandeza a los ojos de Dios. Mientras caminaban por Galilea, el Maestro instruyó a sus discípulos sobre su inminente Pasión: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará» (Marcos 9:31). Pero ellos no comprendían estas palabras y tenían miedo de preguntar.
Al llegar a Cafarnaúm, Jesús les cuestiona: «¿Qué era lo que venían discutiendo por el camino?» (Marcos 9:33). Los discípulos, avergonzados, guardaban silencio, pues habían estado debatiendo sobre quién era el más importante entre ellos. ¡Qué ironía que mientras el Maestro hablaba de su sacrificio redentor, ellos discutían vanamente por obtener prestigio y honores!
Ante esta actitud mundana, Jesús los reúne y les enseña con una imagen elocuente: «Si alguno quiere ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos» (Marcos 9:35). Y tomando en brazos a un niño, les dice: «El que reciba a un niño como este en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino a Aquel que me ha enviado» (Marcos 9:37).
¡Qué lección tan profunda! La verdadera grandeza a los ojos de Dios no consiste en el poder, la fama o los honores terrenales, sino en la humildad, la sencillez y el servicio abnegado. El niño, símbolo de pequeñez e indefensión, es el modelo a seguir para quienes quieren ser verdaderamente grandes en el Reino.
Evangelio de Hoy – Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy
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