Evangelio de Hoy Martes 23 de Abril.
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Martes 23 de Abril y la homilía diaria.
Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.
Martes de la Cuarta Semana de Pascua – Lectio Divina 280
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura de Hoy
Libro de los Hechos de los Apóstoles 11, 19-26.
En aquellos días, algunos de los que se habían dispersado, huyendo de la persecución desatada después de la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía; pero predicaban el Evangelio solamente a los judíos. Sin embargo, hubo entre ellos algunos chipriotas y cirenenses, que al llegar a Antioquía, comenzaron a dirigirse también a los griegos y a predicarles el Evangelio del Señor Jesús. Y como la mano del Señor estaba con ellos, muchos se convirtieron y abrazaron la fe.
Cuando llegaron estas noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado a Antioquía. Llegó Bernabé, y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como era hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su propósito, permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor una gran muchedumbre.
Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente. Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de “cristianos”.
Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 86, 1-3. 4-5. 6-7.
Jerusalén gloriosa,
el Señor ha puesto en ti su templo.
Tú eres más querida para Dios
que todos los santuarios de Israel.
Alaben al Señor todos los pueblos. Aleluya.
De ti, Jerusalén, cuidad del Señor,
se dirán maravillas.
Egipto y Babilonia adorarán al Señor;
Serán como tus hijos.
Alaben al Señor todos los pueblos. Aleluya.
Y de ti, Jerusalén, afirmarán:
“Todos los pueblos han nacido en ti
y el Altísimo es su fortaleza”.
Alaben al Señor todos los pueblos. Aleluya.
El Señor registrará en el libro de la vida
a cada pueblo, convertido en ciudadano tuyo;
y todos los pueblos te cantarán, bailando:
“Tú eres la fuente de nuestra salvación”.
Alaben al Señor todos los pueblos. Aleluya.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor;
yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Martes Martes 23 de Abril de 2024
Evangelio según San Juan 10, 22-30.
Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo. Era invierno. Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico de Salomón. Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo claramente”.
Jesús les respondió: “Ya se lo he dicho y no me creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”.
Homilía del Evangelio de hoy Martes 23 de Abril.
El Evangelio de Hoy nos presenta un diálogo profundamente revelador entre Jesús y los judíos en el pórtico de Salomón.
Ante la inquietud de los presentes por saber si Jesús es realmente el Mesías, el Señor les responde con suma claridad: «Yo se lo he dicho y ustedes no creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí».
Es decir, las palabras y los milagros de Jesús son signos inconfundibles de su identidad divina como el Hijo de Dios, el Ungido y Salvador prometido. Su enseñanza sublime y sus prodigios sobrenaturales son la credencial que acredita su condición mesiánica y revelan su íntima unión con el Padre.
Sin embargo, algunos se obstinan en la incredulidad porque «ustedes no son de mis ovejas». Reconocer y aceptar a Cristo requiere tener un corazón dócil y humilde, dispuesto a escuchar su voz como el Buen Pastor.
Jesús entonces describe las características de sus verdaderas ovejas: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen». Ellas son quienes acogen con fe su mensaje de amor y salvación, cultivan una relación íntima con el Maestro y se dejan conducir dócilmente por sus sendas.
Y a estas ovejas fieles, Cristo les promete algo sublime: «Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano». ¡Qué seguridad tan grande nos ofrece el Señor! Quienes permanecemos adheridos a Él, participamos ya de esa vida sobrenatural que nunca se extinguirá y que ningún poder enemigo logrará arrebatarnos.
Evangelio de Hoy – Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy
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