Viernes 17 de Junio de 2022
Evangelio Católico de Hoy – Lectio Divina
Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Viernes 17 de Junio y la homilía diaria.
Al final del artículo encontraran el Evangelio del día de hoy en video para todos aquellos que no puedan o quieran leer, o porque, simplemente, les gusta más escuchar el evangelio del día y las homilías diarias en la voz del Padre Efraín Castaño Arboleda.
Al final del video encontraran el comentario y la reflexión del Evangelio de hoy. Feliz y bendecido día para todos.
Viernes de la XI semana del Tiempo ordinario – Leccionario: 369
Lecturas Bíblicas del día de Hoy
Primera Lectura
Segundo Libro de los Reyes 11, 1-4. 9-18. 20.
Por aquel entonces, Atalía, madre del rey Ocozías, viendo que había muerto su hijo, decidió exterminar a toda la familia real. Pero Yehosebá, hija del rey Joram y hermana de Ocozías, tomó a su sobrino Joás y lo sacó a escondidas de entre los hijos del rey, cuando los estaban asesinando, para ocultarlo de Atalía. Escondió al niño y a su nodriza, y así el niño pudo escapar de la muerte. Seis años estuvo oculto con ella en el templo del Señor, y entre tanto Atalía reinó en el país.
El año séptimo, el sacerdote Yehoyadá mandó llamar a los oficiales del ejército y a los soldados de éstos, los introdujo en el templo del Señor, les mostró al hijo del rey e hizo con ellos un pacto con juramento, de cuidar al hijo del rey.
Los oficiales cumplieron el pacto que habían hecho con el sacerdote Yehoyadá. Cada cual se puso al frente de sus hombres, que entraban de guardia el sábado o terminaban su guardia el sábado, y se presentaron ante el sacerdote Yehoyadá. Éste les entregó las lanzas y los escudos del rey David, que estaban en el templo del Señor. Cuando los soldados de la guardia, con las armas en la mano, se pusieron en fila desde el lado sur hasta el lado norte del templo, rodeando el altar, Yehoyadá sacó al hijo del rey, le puso la diadema y las insignias reales y lo ungió. Entonces todos aplaudieron y gritaron: “¡Viva el rey!”
Cuando Atalía escuchó el clamor popular, fue al templo del Señor, donde estaba reunida la gente. Entonces vio al rey, que estaba de pie sobre el estrado, según la costumbre, a los oficiales del ejército y a los heraldos en torno al rey, y a todo el pueblo que daba muestras de gran alegría, mientras sonaban las trompetas. Entonces Atalía rasgó sus vestiduras y gritó: “¡Traición, traición!”
El sacerdote Yehoyadá dio esta orden a los oficiales: “Sáquenla del templo y maten al que la siga”. El sacerdote les había dicho: “No podemos matarla en el templo del Señor”. Así pues, los guardias la llevaron hasta el palacio real y le dieron muerte en la puerta de los caballos.
Entonces el sacerdote Yehoyadá renovó la alianza entre el Señor, el rey y el pueblo, por la cual ellos serían el pueblo del Señor.
Todo el pueblo penetró en el templo de Baal y lo destrozaron; destruyeron completamente el altar y sus estatuas, y a Matán, sacerdote de Baal, le dieron muerte delante del altar.
El sacerdote Yehoyadá puso centinelas en el templo del Señor. Todo el pueblo se llenó de alegría y la ciudad quedó tranquila. Atalía había sido muerta en el palacio real.
Salmo Responsorial – Salmo 131, 11. 12. 13-14. 17-18.
Dios prometió a David
–y el Señor no revoca sus promesas–:
“Pondré sobre tu trono
A uno de tu propia descendencia.
Dios le dará el trono de su padre David.
Si tus hijos son fieles a mi alianza
y cumplen los mandatos que yo enseñe,
también ocuparán sus hijos,
Tu trono para siempre”.
Dios le dará el trono de su padre David.
Esto es así, porque el Señor
ha elegido a Sión como morada:
“Aquí está mi reposo para siempre;
porque así me agradó, será mi casa.
Dios le dará el trono de su padre David.
Aquí haré renacer el poder de David
y encenderé una lámpara a mi ungido;
pondré sobre su frente mi diadema
Ignominia daré a sus enemigos.
Dios le dará el trono de su padre David.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Aleluya.
Evangelio de Hoy Viernes 17 de Junio de 2022
Evangelio según San Mateo 6, 19-23.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón.
Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra no será tu propia oscuridad!”
Comentario del Evangelio de hoy Viernes 17 de Junio.
¿Por qué atormentarte y hacer tantos esfuerzos para guardar tu riqueza al abrigo detrás de la argamasa y los ladrillos? «La buena fama se alcanza sobre grandes riquezas».
Te gusta el dinero por el prestigio que te procura, piensa que cuanto más grande sea tu celebridad si te puede llamar el Padre, el protector de miles de niños, mejor que guardar en tus sacas miles de monedas de oro.
Que lo quieras o no, un día deberás dejar aquí tu dinero; al contrario, la gloria de todo el bien que hayas hecho, te la llevarás contigo ante el soberano Señor cuando todo un pueblo, se apresure para defenderte ante el juez común, te llamará por los nombres que dirán que les has alimentado, que les has asistido y que has sido bueno.
Reparte tus riquezas según convenga, sé liberal y espléndido en dar a los pobres. Ojalá pueda decirse también de ti: “El da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre”.
Contemplas tu dinero y ¿no haces caso de tus hermanos?… Deberías estar agradecido, contento y feliz por el honor que se te ha concedido, al no ser tú quien ha de importunar a la puerta de los demás, sino los demás quienes acuden a la tuya. Y en cambio te retraes y te haces casi inaccesible, rehúyes el encuentro con los demás, para no verte obligado a soltar ni una pequeña dádiva.
Sólo sabes decir: «No tengo nada que dar, soy pobre.» En verdad eres pobre y privado de todo bien: pobre en amor, pobre en humanidad, pobre en confianza en Dios, pobre en esperanza eterna.
El Evangelio de Hoy Viernes 17 de Junio en Video
Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento y al Padre Efraín Castaño Arboleda y su equipo por los videos.
Homilía del Evangelio de Hoy
Padre Efraín Castaño Arboleda
Palabra maravillosa y envolvente, porque está hablando de la manera cómo debemos comportarnos y vivir con los demás y sobre todo porque nos dice que nuestros sentidos son no obstáculos, sino ayuda para ir cada día mejorando en todo, y hoy nos habla de la mirada del señor, nos invita a mirar bien.
Hoy es una invitación concreta a tener nuestros ojos limpios y sanos, mira una comparación, hay un grupo de obreros en una obra, pasa una linda chica, uno de ellos dice, qué mujer tan buena, y el otro dice qué mujer tan hermosa. Dos maneras diferentes de ver, el uno tiene sus ojos muy corruptos, qué mujer tan buena, está pensando en ella simplemente en sentido placentero, en sentido carnal, bajo.
El otro dice, qué mujer tan hermosa, tiene una mirada más límpida, una mirada de más alabanza, el uno piensa sólo en su apetito, el otro piensa en la gloria, piensa en la belleza misma, piensa en qué hermosa es la vida.
Pues bien, tus ojos cómo están, cómo miran las cosas, está siempre mirando lo negro, lo sucio, lo oscuro, derrotista, está siempre mirando el mal del otro, mirando siempre la dificultad del obstáculo, o por el contrario sabes mirar el horizonte amplio que nos da el señor.
Si tu ojo es sano, tu cuerpo está sano, porque tendrás fuerza para seguir, continuar, para ir adelante cada día más y más. Que el señor me regale entonces un ojo limpio y sano, señor, sana mí mirada para que yo siempre sepa ver lo bello, sepa ver tu obra, sepa ver tu voluntad.
Nos bendiga el señor en todo momento en el nombre del padre del hijo y del espíritu santo, amén.
¿Qué es El Santo Rosario?
Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.