Evangelio de Hoy Martes 13 de Agosto.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Martes 13 de Agosto y la homilía diaria.

Al final del artículo encontrarán el comentario al Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación del evangelio, y las homilías diarias.

Martes de la XIX Semana del Tiempo Ordinario
Lectio Divina 414

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura de Hoy

Libro de Ezequiel 2, 8-10. 3,1-4.

Esto dice el Señor: “Hijo de hombre, escucha lo que voy a decirte y no seas rebelde como la casa rebelde. Abre la boca y come lo que voy a darte”.

Vi entonces una mano tendida hacia mí, con un libro enrollado. Lo desenrolló ante mí: estaba escrito por dentro y por fuera; tenía escritas lamentaciones y amenazas. Y me dijo: “Hijo de hombre, come lo que tienes aquí; cómete este libro y vete a hablar a los hijos de Israel”.

Abrí la boca y me dio a comer el libro, diciéndome: “Hijo de hombre, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este libro que te doy”. Me lo comí y me supo dulce como la miel. Y me dijo: “Hijo de hombre, anda; dirígete a los hijos de Israel y diles mis palabras”.

Salmo Responsorial de Hoy – Salmo 118, 14. 24. 72 103. 111. 131.

Me gozo más cumpliendo tus preceptos
que teniendo riquezas.
Tus mandamientos, Señor, son mi alegría;
ellos son también mis consejeros.
Tus mandamientos, Señor, son mi alegría.

Para mí valen más estimo tus enseñanzas
que miles de monedas de oro y plata.
¡Qué dulces al paladar son tus promesas!
Más que la miel en la boca.
Tus mandamientos, Señor, son mi alegría.

Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón.
Hondamente suspiro, Señor,
por guardar tus mandamientos.
Tus mandamientos, Señor, son mi alegría.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor,
y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón.
Aleluya.

Evangelio de Hoy Martes 13 de Agosto de 2024

Evangelio según San Mateo 18, 1-5. 10. 12-14.

En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?”

Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: “Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.

Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo.

¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella, que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños’’.

Homilía de hoy Martes 13 de Agosto.

El Evangelio de hoy nos presenta una enseñanza fundamental de Jesús sobre la humildad, la acogida de los pequeños y el amor incondicional de Dios. A través de estas palabras, nuestro Señor nos invita a reflexionar sobre nuestras actitudes y valores en el Reino de los Cielos.

La escena comienza con los discípulos preguntando a Jesús quién es el más importante en el Reino de los Cielos. Esta pregunta revela una preocupación muy humana por el estatus y la posición. Sin embargo, la respuesta de Jesús es sorprendente y revolucionaria.

Jesús llama a un niño, lo pone en medio de ellos y declara: «Les aseguro que si no cambian y se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos». Con este gesto y estas palabras, Jesús invierte completamente la escala de valores del mundo. La grandeza en el Reino no se mide por el poder, la riqueza o el estatus, sino por la humildad y la confianza sencilla de un niño.

Hacerse como niños no significa ser infantiles o ingenuos, sino adoptar la actitud de total dependencia y confianza en Dios que caracteriza a los niños. Es reconocer nuestra necesidad fundamental de Dios y abandonarnos confiadamente en sus manos.

Jesús continúa diciendo: «El que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el Reino de los Cielos». Esta afirmación nos desafía a repensar nuestras ambiciones y prioridades. La verdadera grandeza, según Jesús, consiste en la humildad y en el servicio a los demás, especialmente a los más vulnerables.

Luego, Jesús advierte sobre la gravedad de escandalizar a los pequeños, recordándonos que sus ángeles están siempre en la presencia del Padre celestial. Esta imagen poderosa nos habla del valor infinito que Dios otorga a cada persona, especialmente a los más débiles y vulnerables. Nos llama a tratar a cada ser humano con el respeto y la dignidad que merece como hijo amado de Dios.

La parábola de la oveja perdida, que cierra este pasaje, es una hermosa ilustración del amor incondicional de Dios. El pastor que deja las noventa y nueve ovejas para buscar la única que se ha perdido nos muestra el corazón de Dios, que se alegra más por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión.

Esta parábola nos recuerda que cada uno de nosotros es infinitamente valioso a los ojos de Dios. No importa cuán lejos nos hayamos extraviado, Dios siempre nos busca con amor incansable. También nos invita a imitar esta actitud en nuestra relación con los demás, buscando activamente a aquellos que se han alejado y alegrándonos por su retorno.

Evangelio de Hoy – Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.