Evangelio de Hoy Sábado 2 de Noviembre.

Como todos los días, hoy les traemos a ustedes la palabra del señor. Lecturas, Salmo, Aclamación, el Evangelio de Hoy Sábado 2 de Noviembre y la homilía diaria.

Al final del artículo encontraran la Homilía del Evangelio del día de hoy para todos aquellos que quieran leer una explicación o comentario del evangelio de cada día.

Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos – Lectio Divina 668

Lecturas Bíblicas del día de Hoy

Primera Lectura de Hoy

Libro de la Sabiduría 3, 1-9.

Las almas de los justos están en las manos de Dios
y no los alcanzará ningún tormento.
Los insensatos pensaban que los justos habían muerto,
que su salida de este mundo era una desgracia
y su salida de entre nosotros, una completa destrucción.
Pero los justos están en paz.

La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo,
pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad.
Después de breves sufrimientos
recibirán una abundante recompensa,
pues Dios los puso a prueba
y los halló dignos de sí.
Los probó como oro en el crisol
y los aceptó como un holocausto agradable.

En el día del juicio brillarán los justos
como chispas que se propagan en un cañaveral.
Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos,
y el Señor reinará eternamente sobre ellos.

Los que confían en el Señor comprenderán la verdad
y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado,
porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos.


Salmo Responsorial de Hoy Salmo 22, 1-3. 4. 5. 6.

El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce 
para reparar mis fuerzas.
Por ser un Dios fiel a sus promesas,
Me guía por el sendero recto 
El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Así, aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad. 
El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Tú mismo preparas la mesa,
a despecho de mis adversarios; 
me unges la cabeza con perfume
y llenas mi copa hasta los bordes. 
El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Tu bondad y tu misericordia me acompañarán
todos los días de mi vida;
y viviré en la casa del Señor
por años sin término. 
El Señor es mi pastor, nada me faltará.


Segunda Lectura de Hoy

Carta de San Pablo a los Romanos 6, 3-9.

Hermanos: Todos los que hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio del bautismo, hemos sido incorporados a él en su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que, así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros llevemos una vida nueva.

Porque, si hemos estado íntimamente unidos a él por una muerte semejante a la suya, también lo estaremos en su resurrección. Sabemos que nuestro hombre viejo fue crucificado con Cristo, para que el cuerpo del pecado quedara destruido, a fin de que ya no sirvamos al pecado, pues el que ha muerto queda libre del pecado.

Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre él.


Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor;
tomen posesión del Reino preparado para ustedes
desde la creación del mundo.
Aleluya.


Evangelio de Hoy Sábado 2 de Noviembre de 2024

Evangelio según San Juan 6, 37-40.

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día’’.


Homilía de hoy Sábado 2 de Noviembre.

En esta conmemoración de los fieles difuntos, la palabra de Dios nos trae un mensaje de profunda esperanza y consuelo. Las palabras de Jesús nos revelan el corazón del Padre y su designio de salvación para todos sus hijos.

El Señor nos asegura que todo el que viene a Él no será rechazado. Qué consuelo encontramos en esta promesa, especialmente cuando recordamos a nuestros seres queridos que han partido. La muerte no tiene la última palabra; es más bien un paso hacia el encuentro definitivo con Aquel que nos ha creado por amor y para el amor.

La voluntad del Padre es clara: que no se pierda ninguno de los que Él ha dado a su Hijo. Esta declaración nos revela el propósito universal de la salvación divina. Dios no desea la pérdida de ninguno de sus hijos, sino que todos alcancen la vida eterna. Nuestros difuntos están en las manos amorosas de quien dio su vida por nosotros.

La promesa de la resurrección en el último día no es una simple esperanza vaga, sino una certeza fundada en la palabra de Cristo y confirmada por su propia resurrección. Cada uno de nuestros seres queridos que ha partido está llamado a participar de esta promesa, a ser transformado por el poder del amor que vence a la muerte.

En este día, mientras recordamos a quienes nos han precedido en el signo de la fe, renovemos nuestra confianza en estas promesas. La muerte no es el final del camino, sino el umbral hacia la vida plena en Cristo. Nuestras oraciones por los difuntos son expresión de esta esperanza y de la comunión que nos une más allá de la muerte.

Pidamos al Señor que fortalezca nuestra fe en la vida eterna y que acoja en su reino a todos nuestros hermanos y hermanas difuntos.

Evangelio de Hoy Agradece Por el Evangelio y La Homilía de Hoy

Evangelio-de-hoy.com agradece infinitamente al señor nuestro Dios por la fuerza que nos da cada día para seguir adelante. También le damos gracias a De La Mano del Señor por el asesoramiento y los invitamos a visitar Santo Rosario y Evangelio de hoy para ver el Evangelio de Hoy en video.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.